El coronavirus no solamente está creando una crisis sanitaria de enormes proporciones en el mundo, sino que también esta crisis está afectando severamente todos los sectores de la economía de los países, incluyendo el sector energético.
Conforme el coronavirus continúa expandiéndose en el mundo de manera estrepitosa afectando la salud y vida de las personas y creando un temor no visto en muchísimos años, los países se han visto obligados a tomar todo tipo de medidas de contención que han venido afectando seriamente sus economías y han creado rupturas importantes.
En el sector energía, los impactos se ven en muchas áreas, incluyendo la demanda y el abastecimiento de energía y los mercados energéticos mundiales.
Aún en las economías más desarrolladas y más fuertes del mundo el efecto está siendo muy significativo y se está profundizando en el tiempo.
Algunos de los principales efectos que han tenido los cambios abruptos derivados de la crisis provocada por el coronavirus son los que se resumen a continuación.
- Disminución de la demanda de energía
La demanda de energía (electricidad, derivados de petróleo, gas natural, etc.) ha venido reduciéndose en los diferentes países del mundo según avanza la crisis en cada país y conforme las medidas de contención del virus se hacen más estrictas y más amplias.
La intensidad y la duración de este efecto en los diversos países varía mucho dependiendo del avance de la crisis, de las medidas que se están tomando y de qué tan frágiles son las economías de cada país.
Con respecto a los efectos en la demanda eléctrica en Costa Rica, se reporta que “la disminución de la actividad económica por los efectos del coronavirus en el país ha reducido la demanda eléctrica en 5,12% en las últimas dos semanas”, “según lo reflejan las cifras del Centro Nacional de Control de Energía (CENCE)”.
- Petróleo
Los precios del petróleo se han desplomado con una tendencia hacia precios cada vez más bajos.
Antes de iniciarse la crisis, el 30 de diciembre del 2019 el precio del petróleo (WTI) estaba en $63,15/barril, mientras que el 26 de marzo del 2020 llegó a $23,77/barril.
Lo anterior se da como consecuencia de tres factores convergentes, tal como lo señalan diversos estudios, incluyendo el análisis titulado “10 ways coronavirus is changing energy and climate change”, que indica los siguientes factores:
“- Suministro abundante de petróleo.
- Destrucción de la demanda petrolera causada por el coronavirus que cierra las principales economías.
- Una guerra de oferta y precios entre Rusia y Arabia Saudita, en gran parte en respuesta a los dos primeros factores, lo cual empuja los precios aún más hacia abajo”.
- Gas Natural
Un artículo titulado “The coronavirus and its impact on the energy sector” señala que “la caída de los precios del petróleo también está causando la caída de los precios del gas natural dado la demanda de energía como un todo está siendo impactada”.
El 26 de diciembre del 2019 los precios del gas natural (Henry Hub) estaban en $2,09/MMBtu ($12,12/ barril equivalente de petróleo) y el 26 de marzo del 2020 estaban en $1,64/MMBtu ($9,57/barril equivalente de petróleo).
- Efectos en las energías renovables
Un artículo titulado “Coronavirus dampens 2020 outlook for clean energy and electric vehicles” señala que “la crisis del coronavirus, que afecta a la economía mundial, ha obligado a la firma analista de energías limpias BloombergNEF (BNEF) a bajar sus expectativas para los mercados de energía solar, baterías y vehículos eléctricos, en una de las primeras señales de que la creciente pandemia podría socavar los esfuerzos urgentes para combatir el cambio climático”.
Otro artículo titulado “The Coronavirus Impact on Clean Energy” señala que “a pesar de su impulso, los sectores de energía limpia (solar, eólica, almacenamiento de energía y empresas que transforman la red eléctrica) no escaparán de la corriente descendente COVID-19. Estas industrias enfrentan preguntas desalentadoras sobre cada aspecto de su negocio, que van desde las cadenas de suministro hasta la posible escasez de mano de obra, y hasta preguntas más amplias sobre la evolución de la economía, la demanda de energía y la disponibilidad futura de financiamiento”.
La caída de los precios del petróleo y del gas natural también creará una competencia adicional e inusual a las energías renovables.
- Efectos en la lucha contra el cambio climático
El artículo titulado “10 ways coronavirus is changing energy and climate change” señala lo siguiente:
“A medida que el mundo se hunde en una recesión, posiblemente peor que la Gran Depresión, es probable que los problemas a largo plazo, incluido el cambio climático, queden atrás. Ya aparecen dos signos:
- China está considerando relajar las reglas de contaminación del automóvil en lo que Bloomberg News describió como una posible retirada del cambio climático.
- El Grupo Eurasia indicó lo siguiente la semana pasada: ‘El coronavirus desviará la atención global y los recursos de abordar el cambio climático’”.
Se señala también que “el coronavirus y los bajos precios del petróleo son los mayores reveses en la transición energética desde que surgió el concepto. Con el coronavirus, la transición energética e incluso el cambio climático no son prioridades. A partir de ahora, y durante un tiempo después de este desastre, los gobiernos y las personas a nivel mundial enfrentarán la recuperación económica”.
Conclusión
Los efectos sobre el sector energético que se están viendo (provocados por la crisis creada por el coronavirus), su intensidad y su duración van a depender de muchos factores.
Entre estos factores se encuentran el tiempo en que durará la crisis, su evolución y la profundidad de la caída de las economías de los países en el mundo, así como el tiempo que durará la recuperación plena a partir de los niveles a que se llegue como consecuencia de la caída abrupta y profunda de las diversas economías del mundo.
Es posible que las prioridades de los países en la lucha actual y futura contra el coronavirus en sus diferentes dimensiones (sanitarias, económicas, sociales, etc.) y en la reconstrucción posterior de las economías cambie fuertemente y por un largo período las prioridades e inversiones que habían sido establecidas antes de la crisis.
FUENTE: LA REPÚBLICA