Yemen, Arabia Saudí, Omán, Libia, Algeria e incluso, en Latinoamérica, México y Perú son algunos de los 20 países que según el Instituto Mundial de Investigaciones (WRI, por sus siglas en inglés) deberían volcarse a fomentar energías limpias, dado la alta dependencia que tienen a usar agua para generar electricidad.
Así lo reseña en un reciente artículo Tianyi Luo, investigador de este centro y quien advierte que los recursos hídricos de estos se verían comprometidos en los siguientes años si no se transforma esta dependencia por fuentes renovables.
El hecho de que estos países estén sujetos a las hidroeléctricas y termoeléctricas para poder abastecer de energía a los habitantes se conoce como estrés hídrico, que no es otra cosa que la alta demanda de agua, un recurso limitado, para la generación de luz.
Lo que deberían aprovechar estos países, según el WRI, es que cuentan con condiciones geográficas óptimas para implementar paneles solares, o para aprovechar el viento como generador de energías, lo que aliviaría el uso de recursos hídricos.
“Estas formas renovables de energía ayudarían a los países a incrementar su demanda de electricidad sin sumar emisiones de carbono o consumo de agua”, señala el estudio del WRI.
Un efecto paralelo al liberar el estrés hídrico en países donde la economía depende de la agricultura es que se puede mejorar esta actividad que demanda tanto del líquido vital, y que en la mayoría de casos cuentan con fuentes limitadas.
Monitoreo web
Los datos entregados por gobiernos, organizaciones no gubernamentales y el sector privado permitió que el WRI lanzara la plataforma Beta Resource Watch, un visor estadístico digital con el que se identificaron las 20 naciones que deberían apostarle a la energía solar y las 20 con potencial de energía eólica.
Los primeros países en donde los paneles de celdas fotovoltaicas lograrían cambios en su matriz energética se concentran en el medio oriente y el norte de África. Allí están la mayoría, pero en el ranking también entran dos países latinoamericanos, o, incluso, países como Australia.
Los que encabezan la lista son países cuyas condiciones áridas y la intensidad de rayos ultravioleta (medida como irradiación Global horizontal, GHI) les pegmitirían capturar una gran cantidad de energía solar, que serviría para el reaprovechamiento de las fuentes hídricas.
Yemen, ubicado en el oriente próximo, tiene el mayor potencial para instalar paneles.Allí, el estrés hídrico es alto, es decir, sus fuentes de agua son escasas, y es uno de los menos desarrollados de la región, según explica el WRI.
En este territorio, el Banco Mundial anunció en marzo de este año una intervención con paneles solares por 50 millones de dólares, para proveer energía a más de un millón de habitantes. Sin embargo, la guerra civil que vive este país es uno de los obstáculos para impulsar las energías renovables.
El segundo en la lista con mayor potencial para usar el sol como fuente de energía es Eritrea, un pequeño país del nororiente de África, pero con altos índices de pobreza, lo que dificulta la instalación de infraestructura ecoamigable, pese a que los recientes desarrollos han hecho que los paneles disminuyan sus costos y sean más sostenibles con el paso de los años.
La situación de Eritrea contrasta con la de Araba Saudí, el tercero en el listado y que anunció un ambicioso plan para instalar paneles solares de aquí al 2023. Solo este año incrementó la destinación de recursos para fuentes limpias a siete billones de dólares, a fin de lograr su cometido. Otros países que figuran en la lista como potenciales usuarios de energías renovables son Morocco, Emiratos Árabes Unidos, Afganistán, Catar, Irán, Kuwait e Israel.
A aprovechar el viento
Al analizar los datos sobre los Estados que tendrían mayores ventajas para implementar parques eólicos, el listado cambia.
Por ejemplo, en el Medio Oriente y en África del Norte se concentran ocho de estas naciones, mientras que seis de ellas están ubicadas en Europa y las restantes, en Norteamérica y la costa pacífica de Asia.
Ocho de estos países son desarrollados, lo que indica que tendrían capacidad financiera para impulsar sistemas que se alimenten con el viento. Once de ellos son países emergentes y solo uno de ellos está incluido entre los menos desarrollados.
Andorra, un pequeño país ubicado en el suroeste de Europa —junto a España— es el que cuenta con el mayor potencial para instalar parques eólicos, según el análisis del WRI. Sin embargo, el avance de este proyecto se ha encontrado con la limitante del sobrecosto, pues aunque su sistema de energía lo provee España, los valores son mayores que los estimativos.
En el listado siguen Bélgica y Kasajistán, mientras que otros siete que tienen una alta dependencia al uso de agua para producir energía y son también potencia para paneles solares, ocupan un lugar entre las naciones potencia para energía eólica.
Fuente: EL TIEMPO