Tras más de una década de intermitencia en el servicio de energía eléctrica de la Región Caribe, la luz parece vislumbrarse al final del túnel, o al menos eso es lo que esperan muchos usuarios con la salida de Electricaribe y con la entrada en operación de las nuevas empresas que asumirán la comercialización y distribución del servicio.

A su ida, Electricaribe entregó un balance en el que detalló el estado del mercado eléctrico en la Costa en cuanto a inversiones,  obras ejecutadas y otras que están en marcha en los siete departamentos. Los recursos por las obras suman más de 1.1 billones de pesos.

La intervención hecha por la Superservicios en 2016 fue clave para que la empresa lograra implementar acciones necesarias para detener el deterioro de la infraestructura eléctrica de la región a la que durante más de 10 años no se le hizo inversión, lo que condujo a que el servicio se viera amenazado y se fuera deteriorando de manera sostenida año tras año. La empresa argumentó que bajo la gestión de la agente especial, Ángela Patricia Rojas Combariza, también se logró este objetivo.

Inversiones

Las inversiones con recursos propios cercanos a los 250 mil millones de pesos se hicieron en estos dos últimos años. 140 mil millones se destinaron en el 2019 y el resto durante el transcurso del 2020.

Este dinamismo se fortaleció con el financiamiento efectuado por la Superintendencia de Servicios Públicos a través del Fondo Empresarial, apoyado por el Gobierno nacional con la suma de $860 mil millones aprobados en documentos Conpes y cuya ejecución culminará una parte en diciembre de 2020 y la otra en el primer trimestre del año 2021.

“Los esfuerzos han estado enfocados a generar mejoras en la prestación del servicio, claro dentro de las restricciones que genera tener una situación financiera y de deterioro de la red como se  comenta, es así que logramos contratar y tener en ejecución con recursos propios y presupuestos aprobados en los documentos Conpes”, señaló la agente especial.

Frenar el deterioro.

Esta cifra fue distribuida en inversiones necesarias para frenar el deterioro de la red de la siguiente manera: Atlántico, $311.637 millones; Bolívar, $198.876 millones; Cesar, $72.429 millones; Córdoba, $118.038 millones; La Guajira, $24.126 millones; Magdalena, $109.612 millones; y Sucre, $15.073 millones.

Son 136 grandes proyectos que, según la empresa, equivalen a seis veces más inversión de la que se había hecho durante los cinco años anteriores. Y aclaran que los contratos están siendo ejecutados por empresas de reconocida trayectoria y experiencia en el sector eléctrico.

Proyectos

Electricaribe dispondrá de siete nuevas subestaciones, doce nuevos circuitos, ocho transformadores de potencia y 4.642 transformadores de distribución, al igual que 194 kilómetros de redes eléctricas intervenidas, una extensión cercana a la distancia entre Cartagena y Santa Marta.

Atlántico

En el departamento del Atlántico hay obras en marcha en control de energía por $143.672 millones. En Malambo se adelanta la construcción del circuito Malambo 7, una obra que busca brindar mayor continuidad y estabilidad del servicio a las 5.500 familias de El Concorde, ya que se optimizarán las redes y equipos del sector, permitiendo disminuir las cargas del circuito Mesolandia.

En Barranquilla unas 8 mil familias resultarán beneficiadas en los barrios Ciudadela 20 de Julio, La Sierra, La Victoria y Cevillar, en donde se reemplazarán postes, transformadores, crucetas, conductores, protecciones, entre otros elementos. En la primera etapa de este proyecto se invertirán más de $16.000 millones de pesos, de los cuales 15.100 millones provienen de recursos Conpes y el resto de la inversión será asumida por Electricaribe.

Bolívar

En el departamento de Bolívar la inversión fue distribuida en control de energía por $75.181 millones. Igualmente hay inversiones en unas seis subestaciones y en reposición e instalación de nuevos transformadores, entre otros.

Cesar

Entre las principales inversiones en el Cesar se encuentran los recursos Conpes que garantizaron el segundo transformador en Codazzi por $8.952 millones. Otras obras incluyen la racionalización de subestaciones y líneas que suman $8.839 millones.

Córdoba

Los recursos en Córdoba fueron repartidos en diferentes subestaciones como la de Cereté, a la que se le invirtieron $20.434 millones. Mientras que a la subestación Nueva Montería (SDL), $19.568 millones. Otras inversiones fueron destinadas a la subestación Coveñas por $12.757 millones y al segundo transformador de la subestación Chinú Planta por $11.390 millones.

La Guajira

En La Guajira, la empresa tiene en marcha varios proyectos como el segundo transformador para la subestación Maicao con una inversión de $7.818 millones y en el nuevo circuito Maicao 7, por $844 millones. Segundo transformador subestación Hatonuevo, 3.332 millones de pesos y reposición transformador subestación San Juan del Cesar.

Sucre

En Sucre fueron garantizados recursos por $4.375 millones para la segunda línea Majagual–Guaranda. Compensación en la subestación Boston por $4.014 millones. Además de compensación en la subestación Corozal en $3.316 millones. También se inyectaron recursos para reconectadores y switches, los cuales suman $733 millones; y para la instalación de nuevos transformadores, $230 millones.

Magdalena

Las inversiones en este departamento suman $59.995 millones para control de energía. Las inversiones en este territorio incluyen nuevos circuitos y subestaciones en diferentes municipios.

En definitiva la compañía aseguró que cuenta con un stock de materiales de calidad que aseguran poder realizar las reparaciones y restaurar el servicio en tiempos cortos en aquellas zonas donde antes las suspensiones se tardaban días y hasta semanas.

“Las nuevas empresas podrán disponer de este stock existente, por lo menos durante los próximos seis meses después de su entrada en operación”, confirmó la agente especial de Electricaribe.

Un gran mercado para dos nuevas empresas

Por Lupe Mouthón

Lo que llevó a la decisión del Gobierno nacional de segmentar el mercado fueron los resultados del primer proceso de búsqueda de un operador que recibió en 2018, al cual se le hicieron unos ajustes y se lanzó en septiembre de ese año, pero con unas condiciones diferentes a las de la nueva subasta. Ese proceso solo recibió una manifestación de interés por un operador para el mercado completo. Todo esto llevó a que en noviembre de ese mismo año se suspendiera el proceso de búsqueda del inversionista para avanzar en una solución orientada a estructurar una subasta con otras condiciones, entre las que se incluyó la segmentación del mercado.

“Es un mercado muy grande con 2,7 millones de usuarios en 7 departamentos y más de 30 mil kilómetros de red con un 25% del mercado de energía del país, también es un riesgo muy grande que no podíamos seguir corriendo”, dijo la superintendente de servicios públicos domiciliarios, Natasha Avendaño.

Es así como en la búsqueda de habilitar la posibilidad de segmentar el mercado de energía de la región se procedió a trabajar en la iniciativa, labor en la que el Gobierno contó con el respaldo del Congreso de la República, que ayudó en temas como que el pasivo pensional fuera asumido por Electricaribe.

La segmentación del mercado para el proceso de subasta se hizo en dos grandes zonas para dos nuevas empresas: CaribeSol, que operaría en La Guajira, Magdalena y Atlántico; y CaribeMar, que cubriría a Bolívar, Sucre, Córdoba y Cesar. También se había contemplado que se recibiera una oferta por una sola gran empresa que asumiera la prestación del servicio en los 7 departamentos; sin embargo, esto no se dio.

El 20 de marzo de 2020 se asignó mediante subasta el mercado de CaribeMar a EPM y el de CaribeSol al Consorcio de Energía de la Costa.

“La ventaja es que hacer dos mercados más pequeños es más manejable y las situaciones pueden darse de manera más eficiente y se puede lograr más rápidamente la mejora en los mercados que si solo fuera uno”, dijo la superintendente.

Una labor que trajo nuevos clientes

De acuerdo con Electricaribe, el dinamismo y modernización de la infraestructura y del servicio prestado ha permitido la llegada y conexión de 97.467 nuevos clientes de toda la región durante los últimos dos años. De los cuales, 82.659 pertenecen a los estratos 1, 2 y 3; mientras que 4.624 pertenecen a clientes comerciales y 80 a industriales.

Para la agente especial de Electricaribe, Ángela María Rojas, mantener encendida la región y lograr, en medio de todas las dificultades existentes, continuar prestando el servicio es uno de los principales resultados. “El hecho de que todo el aparato productivo de la región pudiera continuar activo, que los habitantes de la Costa tuvieran energía en sus casas y lugares de trabajo fue una labor titánica que nos llena de satisfacción”.