En los años cincuenta, los científicos de todo el mundo creyeron que la energía nuclear era la energía del futuro que iba a reemplazar al petróleo, al carbón y al gas natural y se iba a utilizar en toda la industria, la ciencia y la tecnología. Por eso muchos países construyeron muchas centrales nucleares, para obtener electricidad y la industria se modernizó, pero en el año 2012, finalmente todo cambió en Europa, pues Alemania se convirtió en el primer país superindustrializado del mundo en abandonar la energía nuclear y dar el primer paso hacia una nueva era energética basada en las energías renovables. Ya se han cerrado las primeras centrales nucleares y en el año 2022 se cerrará la última de las 17 que había en el país. El abandono de la energía nuclear, por parte del gobierno alemán, es una consecuencia directa de los acontecimientos que se dieron en Ucrania (ex-URSS), en la central nuclear de Chernóbil en 1986 y en el Japón, en el año 2011, por la catástrofe nuclear causada, por el tsunami en la central nuclear de Fukushima.

Estos accidentes nucleares fueron los que llevaron al gobierno alemán a cerrar sus centrales nucleares, pues como ya sabemos son muy peligrosas, hay riesgo de accidentes, de terrorismo, son muy caras, porque se quiere proteger el medio ambiente, y por el gran peligro que representan los residuos nucleares y su radiactividad. Con esto Alemania le ha dado un tremendo ejemplo al mundo, pues al abandonar la energía nuclear y adoptar las energías renovables como: la eólica, la solar, la geotérmica, la hidroeléctrica, la mareomotriz, etcétera, le ha quitado un gran peligro a su población, son más baratas y con ellas se obtiene mucha electricidad, para el consumo diario.

Fuente: LA PRENSA GRÁFICA