El crecimiento de la energía solar ha llevado al país a contar ya con una capacidad fotovoltaica instalada de 53 gigavatios (GW), suficientes para atender la demanda de 10,1 millones de hogares, según el informe de un centro de estudios medioambientales divulgado hoy.
Estas cifras, calculadas por la organización Frontier Group, suponen un aumento 26 veces superior a los registros del año 2010, gracias a la labor de las principales ciudades del país para la inversión en energías renovables que favorezcan la reducción de las emisiones contaminantes a la atmósfera.
A pesar de ciertas acciones del actual Gobierno del presiente Donald Trump, entre las que destacan la retirada del Acuerdo de París a favor de la lucha contra el cambio climático, los organismos locales siguen apostando por el desarrollo de sistemas verdes a nivel usuario, según el estudio.
Entre las cinco primeras ciudades con mayor capacidad solar se encuentran tres del estado de California: Los Ángeles (349,3 megavatios), San Diego (287,2) y San Jose (195,9); junto a Honolulu (Hawai), que cuenta con 213,3 y Phoenix (Arizona), con 206,4. A finales de 2017, un total de 20 áreas urbanas de Estados Unidos representaban el 4 % de la capacidad fotovoltaica, con más de 2 GW de energía solar, una producción superior a la existente en todo Estados Unidos en 2010, fecha tomada como referencia por los investigadores.
En cuanto a la capacidad "per cápita", el estudio sitúa la capital de Hawai, Honolulu, como la ciudad con mayores registros en este sentido, con 606,4 vatios por persona. Una cifra tres veces superior a sus perseguidores: San Diego (204,1 vatios por persona), San José (191), Indianápolis (137,3) y Burlington (132,2).
Sin embargo, según un análisis del Laboratorio de Energía Renovable (NREL, por sus siglas en inglés), las ciudades estadounidenses se encuentran aún en una fase preliminar para aprovechar todo el potencial en energía solar.
El NREL considera que con una mayor inversión en instalaciones solares para edificios de gran tamaño, incluyendo lugares públicos, la producción aumentaría al menos 50 veces más que las cantidades actuales. Para ello, tanto este organismo como el centro de estudios ambientales, recomiendan a las administraciones favorecer la innovación en este sector, reducir los impuestos a la generación de energía solar y mejorar los beneficios económicos en las facturas de los consumidores.
Fuente: AGENCIA EFE