EPM determinó ayer abrir las compuertas y verter el agua por cuatro de los ocho túneles de la casa de máquinas de la central de Hidroituango (Norte antioqueño), con el fin de superar el represamiento del río Cauca, originado tras el taponamiento de los túneles de desvío.
Esta medida permitirá evacuar 2.000 metros cúbicos de agua por segundo, según detalló Jorge Londoño de la Cuesta, gerente general de EPM, quien indicó que la decisión de inundar la casa de máquinas se tomó para proteger a las comunidades vecinas del proyecto de generación, en primera instancia, y para preservar la infraestructura de la central que será la hidroeléctrica más grande de Colombia. Hidroituango suplirá el 17 % de la demanda de energía eléctrica del país, con la generación de 2.400 megavatios.
El desvío del embalsamiento involuntario del Cauca por los canales de conducción de la casa de máquinas era la última acción prevista por la empresa luego de que los dos planes iniciales de mitigación, llevados a cabo desde hace 10 días, no han funcionado hasta el momento.
La primera medida consistía en acelerar la terminación de la presa de 225 metros, para que el agua represada saliera por encima del vertedero. Sin embargo, la intensidad de las lluvias de las últimas semanas disminuyó en 60 % el ritmo del llenado, que era de 40.000 metros cúbicos de tierra por día, pasando a un avance diario de 25.000 metros cúbicos. Este proceso, que igual continuará, culminará a finales de este mes, según De la Cuesta.
La segunda acción para evacuar las aguas del Cauca consistía en destaponar los dos túneles auxiliares que tiene el proyecto. Uno de ellos también tuvo afectaciones por inundación, por lo que los esfuerzos se centraron en quitar el tapón de concreto del segundo túnel, que tiene 22 metros de grosor. El gerente informó que a la fecha solo habían destruido siete metros.
Este procedimiento no tiene tiempo previsto de finalización porque requiere la utilización de explosivos.
Las consecuencias
Londoño De la Cuesta agregó que EPM hizo el mejor acondicionamiento posible de la casa de máquinas para evitar afectaciones en los equipos ya instalados. “La expectativa es que el cuarto esté inundado el menor tiempo posible para que no sea necesario reubicarlo”, apuntó.
El gerente reiteró que el proyecto hidroeléctrico no entrará en ejecución en la fecha estimada (30 de noviembre de 2018) y que en la actualidad se evalúa, en función de los impactos, el tiempo estimado de su entrada en operación.
Aclaró que la empresa cuenta con pólizas activas para el caso. “El aseguramiento tiene una cobertura amplia, además del lucro cesante. Pero tendrá un impacto económico para la empresa, es prematuro cuantificarlo en este momento”, apuntó. El directivo añadió que solo hasta que logren desembalsar el río y se abra uno de los túneles, se podrá evaluar el estado del cuarto de máquinas y de los equipos. “La contingencia obedece a una condición geológica impredecible”, concluyó.
Piden activar protocolos
La Procuraduría General de la Nación pidió ayer la activación del Comité Nacional para el Manejo de Desastres, con el fin de que asuma funciones de prevención y asesoría en el tema del represamiento del río Cauca en el proyecto Hidroituango. En carta dirigida a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, el procurador Delegado, Gilberto Augusto Blanco Zúñiga, le solicitó impartir directrices para planear y hacer seguimiento a la emergencia presentada desde el 28 de abril, con el fin de evitar nuevas condiciones de riesgo, así como mitigar las actuales.
Hablan los expertos
Oswaldo Ordóñez Carmona, profesor del Departamento de Geociencias de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional y quien visitó la semana pasada la obra, explicó que la casa de máquinas es el lugar donde se instalarán los ocho generadores de energía con los que operará la central.
“Esta casa aún no estaba terminada. El agua entrará y causará un deterioro donde estaban las turbinas”, indicó. El experto añadió que apenas culminen la presa o habiliten el túnel auxiliar, se podrán cerrar las compuertas para seguir evacuando el agua. “Es una situación difícil para EPM y para la ingeniería antioqueña, el llamado es a apoyar a la empresa”, señaló.
Lilian Posada, experta en ingeniería hidráulica, afirmó que la decisión tomada por EPM se dio para evitar el riesgo de las comunidades situadas aguas abajo de la central y para salvar las obras de la presa, que con corte al 27 de abril, alcanzaban 85 % de avance. “La determinación también se tomó porque no ha parado de llover en la cuenca alta del río y los niveles del Cauca siguen subiendo. Las lluvias no iban a dar tregua”, afirmó.
Fuente: EL COLOMBIANO