El Proyecto Armenia 230 kV, del Grupo Energía Bogotá (GEB), es un proyecto de transmisión de energía eléctrica de gran importancia para el crecimiento regional y nacional. Su importancia se materializa en dar mejor calidad de vida a las personas , brindar empleos en los territorios y desarrollar mecanismos lúdicos que mejoren el servicio energético en la zona.
La urgencia de poner en marcha el Proyecto Armenia (Upme 02 de 2009) se debe a la demora en los permisos que permitirían empezar el flujo de energía. Esa tardanza entonces pondría en riesgo el suministro confiable en la prestación del servicio de energía eléctrica en los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda.
Hoy en día, de las 79 torres eléctricas instaladas en el territorio, una se encuentra en espera para comenzar sus trabajos del suministro confiable de energía.
El pronunciamiento lo hicieron durante el recorrido ambiental que se llevó a cabo el día de ayer en donde se mostraron las inversiones que ha realizado el Grupo Energía Bogotá en el área de influencia del proyecto, en el que participaron la directora del Instituto Alexander von Humboldt, Brigitte Baptiste, y delegados del Ministerio del Medio Ambiente y de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), entre otros.
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En diálogo con RCN Radio, Aldemar Garay, gerente del proyecto, explicó que esta iniciativa busca la interconexión del sistema regional al sistema de transmisión nacional, fortaleciendo el sistema energético, garantizando la confiabilidad y la demanda que está creciendo en la región. "Se busca mitigar cualquier tipo de riesgo en la operación del sistema de transmisión regional”, sostuvo
El Proyecto Armenia 230 kV de transmisión de energía eléctrica consiste en la construcción, operación y mantenimiento de la subestación Armenia y 38 kilómetros de líneas de transmisión de energía. “Con los proyectos de infraestructura de energía eléctrica también ayudamos a restaurar, revitalizar y recuperar los bosques de Colombia", indicó Astrid Álvarez, presidenta del Grupo Energía de Bogotá.
Para la Central Hidroeléctrica de Caldas (CHEC), este proyecto soluciona el problema de sobrecargas en los transformadores de energía del Sistema de Transmisión Nacional (STN) y permite la incorporación de nuevos usuarios, especialmente de tipo industrial, así como la ampliación de la demanda, por lo que se promueve el crecimiento económico de la región.
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Es importante tener en cuenta que en 2018 se registraron varios cortes en el suministro del servicio, que reafirman la necesidad de fortalecer el sistema eléctrico con una conexión al STN. De ahí la importancia del proyecto que permitirá disminuir la vulnerabilidad frente a eventos del sistema, teniendo en cuenta que los departamentos del Eje Cafetero dependen principalmente de la conexión al sistema regional (STR).
Por otro lado, las estimaciones y proyecciones del DANE aseguran que en los próximos dos años la población aumentará a 20.371 personas en la región cafetera lo que indica que este proyecto de energía permitirá la incorporación de nuevos usuarios residenciales beneficiados.
Finalmente, es importante destacar que las iniciativas sociales y ambientales que desarrolló el Grupo de Energía de Bogotá impactaron positivamente el crecimiento de la economía de la región de Caldas, Risaralda y Quindío.