Después de 12 horas de negociación entre el Parlamento Europeo, la Comisión y los gobiernos de los 28 Estados, esta madrugada se llegó a un acuerdo sobre la directiva de energías renovables.
La cual debe servir de guía para la transformación del sistema energético europeo para los próximos años. Finalmente se acordó que el 32 por ciento de toda la energía final consumida en la UE en 2030 deberá ser de origen renovable. Es un punto intermedio entre la posición de partida de los gobiernos de los 28 países, que propusieron un 27 por ciento, y la de la Eurocámara, que pedía un 35 por ciento.
El acuerdo incluye también, según fuentes del Parlamento Europeo, la creación de un fondo para el desarrollo de energías renovables que ayude a las comarcas carboneras de Europa. El carbón para generar electricidad se perfila como el gran perdedor de la lucha contra el cambio climático debido a los gases de efecto invernadero que expulsa cuando se quema. Y algunos países muy dependientes de este combustible (como Polonia) pedían ayudas como compensación para sus zonas mineras. En España, algunas áreas de Asturias, y Castilla y León, también se podrán beneficiar.
“Este acuerdo es una victoria duramente trabajada para desbloquear el verdadero potencial de la transición de Europa hacia una energía limpia. Esta nueva ambición nos ayudará a cumplir con los objetivos del Acuerdo de París y se traducirá en más empleos, facturas energéticas más baratas para los consumidores y menos importaciones de energía”, celebró en Bruselas el comisario de Energía y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete.
Fuente: EL TIEMPO