Un proyecto de resolución del Ministerio de Minas y Energía, causó revuelo en el sector gasífero de Colombia, ya que en uno de sus apartados puso en tela de juicio la operación de la planta de regasificación de Barú, informó Portafolio.
Se trata de un borrador de la norma, que está en la fase de comentarios, y que busca trazar un nuevo Plan Transitorio de Abastecimiento de Gas Natural, el cual está amparado en un informe técnico de la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME) denominado Análisis de Abastecimiento y Confiabilidad del Sector Gas Natural.
El documento resalta una de las dos principales propuestas de la UPME, en la que se debe establecer un mínimo en el volumen de inventarios del 20% de almacenamiento de Gas Natural Licuado (GNL).
Antecedente
El borrador de la resolución indica que a principios de este año “el Grupo Técnico de la Costa no dispuso de los volúmenes de GNL almacenados en la planta de regasificación para la generación de energía eléctrica por restricciones, causándose serios cuestionamientos sobre la confiabilidad de esta infraestructura”.
El proyecto de norma añade que “con base en este antecedente y teniendo en cuenta que el espíritu de la Planta de Regasificación del Pacífico es el de brindar seguridad en el abastecimiento y confiabilidad al sistema de gas natural en el país”.
Demanda cubierta
Desde el sector gasífero indicaron que la planta está concebida como un respaldo, que busca garantizar una mayor oferta de gas natural y así abastecer la demanda de energía a través de las térmicas, aún en momentos de crisis, sin importar el evento.
El gerente de la Sociedad Portuaria El Cayao (SPEC), José María Castro aseguró que, desde el inicio de su operación, el terminal de regasificación ha demostrado ser un respaldo confiable y seguro para el sistema, ya que siempre ha tenido una disponibilidad del 100% desde el inicio de las tareas.
“Han arribado seis buques con 567.000 metros cúbicos de LNG y en 2018 hemos entregado aproximadamente 6.500 millones de pies cúbicos de gas natural a nuestros clientes”, detalló Castro.
Y agregó que se debe “realizar un proceso de análisis y evaluación con las autoridades regulatorias sobre el sistema que respalda la generación de energía, esto con el fin de garantizar una mayor estabilidad en el suministro de gas a las térmicas y otros posibles usuarios en escenarios de contingencias”.
Por su parte, Alfredo Chamat, gerente de Calamarí -agente comercializador de los tres generadores térmicos de la costa Caribe (Tebsa, Zona Franca Celsia y Termocandelaria)- insistió en señalar que siempre ha habido oferta de gas desde la regasificadora. Y cada vez que las térmicas lo han requerido se les ha entregado el gas. La planta siempre ha tenido inventario, y la demanda ha sido cubierta con los volúmenes.“Prueba de ello es que nunca hubo apagón”, aseguró Chamat.
Gremios respaldan operaciones
También desde los gremios del rubro salieron a respaldar la operación de la planta regasificadora de Barú. El presidente de Naturgas, Orlando Cabrales Segovia afirmó que “la planta de regasificación de Cartagena le ha cumplido al país. Fue construida y pagada por el sector eléctrico para sustituir la generación contaminante y costosa con diésel por generación limpia con gas natural, especialmente en momentos en que el país más lo necesita. La Costa Caribe no tuvo racionamiento, ya que esta infraestructura respaldó las necesidades de combustible”.
Por su parte, el director ejecutivo de Andeg, Alejandro Castañeda expresó que “la experiencia vivida con la regasificadora de Cartagena, teniendo en cuenta la creciente demanda de energía, nos lleva a ratificar que este tipo de plantas son fundamentales para asegurar la confiabilidad del sistema eléctrico nacional y le abrirá al país nuevas oportunidades en el mercado global de LNG. Con esta planta se podrá importar gas desde otros países cuando haya escasez, sin depender únicamente de dinámicas locales”, enfatizó.