En tiempos en los que los combustibles se agotan y contaminan el aire que respiramos, surgió un proyecto que busca transportar al país con el impulso de energías renovables.
En un mundo que se mueve con combustibles derivados del petróleo, que se agotan y contaminan, existen quienes trabajan por el bienestar social y el cuidado del medio ambiente. Ellos les han apostado a las energías renovables. El traslado de un lugar a otro siempre ha sido una preocupación prioritaria para el ser humano. En un principio se creó la rueda, luego los motores impulsados por vapor y más adelante los de combustión, que ayudaron a optimizar el transporte y llevaron a las personas más lejos en menos tiempo.
Después de siglos de usar el automóvil sin mesura, el hombre se dio cuenta de que afecta el medio ambiente y el aire que respiramos. Por esta razón, muchas marcas le han apostado a la creación de carros impulsados por energía eléctrica.
Mientras Renault, BMW, Tesla y BYD le muestran al mundo sus modelos, en Colombia, el ingeniero mecánico Javier Roldán le apuesta a la tecnología y a la industria nacional.
El primer prototipo, creado en el 2015, tiene una velocidad máxima de 130 km/h. Con una sola carga de las baterías se pueden recorrer 108 km.
Todo empezó con un proyecto de investigación que pretendía recuperar la energía cinética de los autos, esa que surge cuando están en movimiento. Así nació Eolo, un carro que combina las características de un auto eléctrico tradicional (que se impulsa con baterías de litio) con una máquina eólica integrada que ayuda a reducir la resistencia al viento, generada por el frente del vehículo al avanzar por el camino. Además, cuenta con paneles solares que alimentan el sistema de refrigeración del carro.
En Colombia gastaríamos alrededor de 6.000 pesos por cada carga, que tarda nueve horas.
Uno de los principales problemas para la materialización de Eolo era el dinero; sin embargo, después de tocar muchas puertas, Colciencias financió la creación del primer prototipo. Con él demostró que el proyecto era posible y consiguió el patrocinio de la Corporación Industrial Minuto de Dios, que actualmente financia su sueño. En este momento, fabrica dos prototipos y desarrolla la cadena de producción para poder comercializar el carro en el 2020.
La fabricación de un prototipo tiene un costo aproximado de 120 millones de pesos. El valor disminuirá una vez se produzca en serie.
El 80% de los recorridos que se hacen a diario en el mundo son de aproximadamente 75 km, por lo que Eolo fue pensado como un carro urbano y no de largas distancias.
Fuente: El Espectador