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    Se aplazó propuesta para definir futuro de EPM: cuatro exgerentes fijan posición

    El alcalde de Medellín Daniel Quintero informó anoche a las 10:30 p.m., a través de su cuenta en Twitter, que retiraba el proyecto de acuerdo en el que pedía facultades extraordinarias para modificar el objeto social de EPM. Informó que la decisión la tomó después de que sectores sociales y algunos empresariales le pidieron que por ahora no se tramitara la iniciativa para que esta fuera discutida dentro y fuera del Concejo en mesas de trabajo.

    “Me gusta siempre ganar tiempo y avanzar rápido pero en esto tienen la razón. El proyecto será presentado en octubre. Entre tanto crearemos mesas de trabajo con gremios, ciudadanía y líderes sociales para construir juntos el futuro de nuestra EPM”, explicó.

    Radicado el 1 de julio ante el Concejo y notificado en Información Relevante ante la Superintendencia Financiera un día después, Quintero había pedido facultades extraordinarias por seis meses para ampliar el alcance del objeto social vigente que es la prestación de servicios públicos domiciliarios.

    Antes de conocer esta decisión del alcalde y como antesala de lo que significa este debate para la ciudad, EL COLOMBIANO habló con Sergio Restrepo Londoño (gerente de EPM en el periodo 1974-1975), Ramiro Valencia Cossio (1998-2000), Federico Restrepo Posada (2008-2012) y Jorge Londoño De la Cuesta (2016-2019) para conocer sus opiniones sobre la pertinencia de cambiar los estatutos.

    Nuevos sectores

    El propósito de la iniciativa que pretendía impulsar la administración municipal para el futuro de EPM estaba enfocada en tres líneas: la primera, ofrecer productos y prestar servicios relacionados con biocombustibles, infraestructura, movilidad sostenible, tecnologías de la información, servicios compartidos y “adecuación de tierras para dotarlas con riego, drenaje o protección de inundaciones”.

    La segunda orientada a producir, transformar, gestionar y explotar comercialmente infraestructura, información, conocimiento, subproductos y todo tipo de bienes; así como desarrollar ofertas de financiación, soluciones para las personas, el hogar, el comercio y la industria; prestar servicios de corresponsal de seguros y servicios turísticos asociados a su infraestructura actual.

    Y con la tercera línea, la Junta Directiva quedaría avalada para adoptar y ejecutar actividades que buscaran el beneficio con nuevas tecnologías. Citaba como ejemplo que “en caso de que surgiera una norma que regule el uso de drones para cualquier finalidad, la junta directiva, mediante el correspondiente acto administrativo, podría adaptar el objeto social en tal sentido, con el fin de que EPM pudiera usar estos aparatos para entregar facturas, revisar infraestructura, entre otros”.

    La propuesta de Quintero aclaraba que no estaba en discusión la enajenación de activos, privatizaciones, fusiones, escisiones ni modificaciones administrativas que supongan supresión de cargos. Asimismo, el decreto que se expidiera, dentro de las facultades pro tempore que se le otorgarían, debería estar soportado en un “estudio técnico que justifique” las modificaciones.

    Jorge Mejía Martínez, director del Departamento Administrativo de Planeación de Medellín y quien estaba al frente del trámite en el Concejo, le dijo a este diario el martes pasado que el propósito central es actualizar los estatutos de la empresa, porque desde 1998 cuando se concibieron los actuales ocurrieron transformaciones tecnológicas.

    “Esa razón social se ha quedado estrecha respecto a las posibilidades técnicas, administrativas y jurídicas de la empresa, dejando en claro que no tiene nada que ver con enajenaciones porque no se afectará la naturaleza pública”, indicó Mejía Martínez.

    Voces en el Concejo

    El presidente del Concejo, Luis Bernardo Vélez, dijo que las determinaciones que tengan que ver con EPM deben ser abordadas en el Concejo, con transparencia y garantizando la participación de las expresiones políticas de la región. “La iniciativa de reforma a EPM nos exige responsabilidad y máximo cuidado en el estudio previo que debemos realizar para la decisión final”, señaló Vélez.

    La administración anterior (2016-2019) estuvo analizando la posibilidad de modificar el objeto social. Según confirmó el gerente de ese periodo, Jorge Londoño De la Cuesta, en diálogo con EL COLOMBIANO, la línea que plantearon buscaba darle mayor espectro a los negocios actuales.

    “Estuvimos discutiendo mucho, incluso hasta propusimos redacciones internas pero con la línea de cómo debíamos plantear abrirle posibilidades a la compañía dentro del mundo actual. Se presentó en el empalme. Nos demoramos cuatro años discutiendo para llegar a un borrador, pero con todas las contingencias no terminó siendo un tema de alta prioridad”, contó.

    A continuación, las posturas de los cuatro exgerentes sobre la idea de la actual administración de modificar los estatutos como anticipo de lo que será este debate en octubre .

    SERGIO RESTREPO LONDOÑO (1974-1975)

    “Es indispensable que, mirando hacia al futuro de EPM, el objeto social se amplíe. Se deben buscar nuevos campos de acción y adecuarse a las circunstancias económicas.

    El mundo y las tecnologías han cambiado y EPM no está modernizada suficientemente en sus estatutos. Debe ampliar sus posibilidades de acción en términos de acueducto y energía. Es oportuno e importante.

    En segundo lugar habría que revisar si jurídica y políticamente es viable hacerlo a través de un acuerdo en el que se autorice al alcalde a que lo realice por su propia cuenta y riesgo. Se tendrá que analizar según las normas. La iniciativa debe ser revisada de forma muy cuidadosa porque EPM está pasando por un momento económico muy difícil, con retos complicados como Hidroituango que exige un esfuerzo financiero y humano grande para que opere en 2022.

    Además, el nuevo reto es la distribución de energía en la Costa Atlántica, es un tema complejo que requiere un esfuerzo económico.

    Se debe evaluar si este es el momento para hacer una reforma de estatutos y, de acuerdo con esta, emprender nuevos proyectos que requieran su capacidad humana y financiera. Debe presentar una propuesta formal, basada en un estudio concreto que contenga alternativas formales.

    No creo que uno pueda dar aprobación de carácter general para que se dé el cambio.

    Parto de la base de que todo está analizado y respaldado sobre estudios que permitan ubicar a EPM de forma más audaz en el futuro.

    Deben ser revisados negocios especializados que no sé si EPM esté en condiciones de afrontar en este momento y si tiene la capacidad técnica para salir a competir en esos campos. Es indispensable que se concreten las perspectivas.

    Hay que revisar, de nuevo, de forma cuidadosa, las posibilidades de cara al futuro con las ampliaciones del objeto que se propone.

    Hay una experiencia interesante que no funcionó. A ISA se le propuso en algún momento hacer las vías denominadas Autopistas de la Montaña (hoy Vías de Cuarta Generación) y hubo una posibilidad. Seguramente si las hubiera desarrollado, ya estarían listas. La capacidad técnica que tenía en ese momento demuestra que podía entrar en esas actividades y seguramente EPM lo podrá hacer pero sí se debe tener un estudio formal, presentado por la administración municipal, para poder dar la autorización por parte del Concejo”.

    RAMIRO VALENCIA COSSIO (1998-2000)

    “Puedo dar mi concepto general sobre el cambio de estatutos. Se debe estudiar la legislación pertinente sobre las empresas de servicios públicos domiciliarios. La Ley 142 trae el objeto social y cuáles son las normas aplicables a las empresas. Los servicios públicos domiciliarios usan tecnologías que siempre están cambiando, es muy posible que uno tenga que adecuar los estatutos para hacerlos más comprensibles. La Ley 142 habla de energía eléctrica y ahora prestamos muchas clases de energía. Para adecuar al cambio de tecnologías y al desarrollo de estas formas de prestar los servicios es pertinente adecuar los estatutos, si ello es necesario. Segundo, los estatutos son el objeto que una compañía debe cumplir. Deben ser muy concretos y pertinentes en el objeto y en las actividades conexas para cumplir ese objeto. Este debe ser muy claro y concreto para cumplir el fin y unas actividades conexas para complementar. Me tocaron dos momentos de EPM en los cuales se tocaron los estatutos: cuando se convirtió en empresa Industrial y Comercial del Estado (1998) y después con la reforma para prestar el servicio de recolección y disposición de basuras (2000). Si no es estrictamente necesario, uno no debe tocar los estatutos. Se pueden tocar para ampliar su objeto de prestación de servicios públicos y para incluir nuevas tecnologías. A mi modo de ver, el Concejo de Medellín, que es la junta directiva de la ciudad, elegida popularmente, tiene la responsabilidad de darle unos nuevos estatutos a EPM que el alcalde está pidiendo. Siendo proactivos, hay que mirar realmente qué se necesita para que la prestación de los servicios sea más eficaz y abarque nuevas tecnologías. Ser muy cuidadosos en no sacar a EPM de ese objeto. Llamo la atención en algo: si es necesario hacer ajustes, que los hagamos, pero el Concejo no se puede desprender de esa responsabilidad. Así le dé facultades al alcalde, es el responsable de la modificación de los estatutos. Mi llamado es a que se haga un debate serio, amplio y positivo, con todos los estamentos de la sociedad porque EPM es patrimonio de los antioqueños. Propongo que se haga un debate amplio. Ahora, si vamos a sacar a EPM de su ámbito, entonces que creen otra empresa para realizarlo. Que se debata positivamente para hacer la adecuación que sea necesaria pero no puede correrse, sobre todo en un pandemia, con reuniones virtuales, en un tema tan fundamental como este. Insisto en la responsabilidad del Concejo: no puede lavarse las manos si le dan facultades al alcalde. Propongo que haga foros para que todos tengamos claridades y aportemos. Esta es una responsabilidad histórica”.

    FEDERICO RESTREPO POSADA (2008-2011)

    “Me parece que la propuesta tiene errores de fondo y de forma. No es el momento para una discusión de cambios estatutarios en EPM. Es una época compleja para el mundo por el coronavirus y las implicaciones que tiene en la economía. Obviamente impactará las finanzas de EPM. Hay unos retos que tiene entre manos muy grandes para una discusión de esta naturaleza, más cuando tienen compromisos como Hidroituango, asumir la mitad del mercado de Caribe Mar y los demás retos, como atender las necesidades de una población que está llegando a tasas de desempleo altas y vulnerabilidades frente al pago de servicios públicos. En estos momentos deben centrarse en eso y no en enfrascarnos en una discusión que no será fácil a pesar de que se estén pidiendo atribuciones especiales para el alcalde. Hay que apuntar que el objeto social no restringe la fuente, en el objeto se dice que será una empresa dedicada a suministrar energía eléctrica pero no especifica que es con fuentes hidráulicas o térmicas. ¿Para qué modificarlo con el fin de que quede específico que se dedicará a fuentes alternativas? Eso lo ha venido haciendo. EPM fue la primera empresa en Colombia que instaló un parque eólico (queda en La Guajira). No es ajeno al objeto que tiene. Los servicios de financiación los presta a través de la tarjeta para la adquisición de gasodomésticos, electrodomésticos y aparatos hidrosanitarios. ¿Qué tiene que ver? Pues que con estos disminuye los consumos y los vuelve eficientes. Si tiene tantos compromisos en este momento, ¿qué sentido tiene entrar en una discusión que generará polémicas frente al cambio estatutario?

    Ahora bien, en gracia de discusión, suponga que es necesario ajustar el objeto a la realidad tecnológica para que EPM no se quede fuera de condiciones de competencia con otras empresas privadas. Entonces presente un estudio completo que diga qué modificaciones hacer. Pero no hagan las cosas al revés, no pidan facultades extraordinarias para mirar luego qué se tiene que hacer. Sustente técnicamente y discútalo con la ciudadanía. Cuando eso ocurra, ahí sí presente el proyecto de acuerdo. Esas atribuciones no las puede delegar el Concejo, no es responsable. Una cosa es que EPM desarrolle estudios para justificar técnica y económicamente porque hay que cambiar el objeto, y otra es que se den facultades extraordinarias antes de que se conozca lo que se va a hacer. Es un salto al vacío, nadie sabe qué va a pasar. Hagamos las cosas al derecho. No digo que no hagamos cambios, pero que se justifique el porqué. Esta es una empresa clave, esencial, que deberá seguir siendo un motor del desarrollo de la región y del país”.

    JORGE LONDOÑO DE LA CUESTA (2016-2019)

    “Otorgarle facultades extraordinarias al alcalde me parece innecesario, esa discusión, con un planteamiento concreto, debe darse de cara a la ciudadanía en la que haya un debate abierto. Dar facultades para modificarlo no me parece conveniente. Creo que cuando una administración considera apropiado actualizar el objeto social es porque tiene motivos y razones para presentarle a la ciudadanía.

    No es al contrario, ‘ábrame que yo después le explico cómo quedó’. Deben ser propuestas concretas argumentadas para que el decisor final, en este caso el Concejo, sea quien apruebe o desapruebe.

    El objeto social de una compañía tan relevante como EPM debe ser una discusión más abierta, dejarla en escenarios más cerrados me parece inconveniente, porque puede no tener una visión enfocada o estratégica de largo plazo. Todas estas iniciativas pueden estar muy influenciadas por las necesidades de corto o mediano plazo de las administraciones.

    Creo que EPM tiene ya suficiente rango de acción para moverse, lo que necesita es profundizarlo dadas las tecnologías nuevas y el desarrollo tecnológico. Indudablemente el mundo de la energía ha evolucionado mucho, lo mismo el mundo del agua. Es apropiado y conveniente que la empresa se adapte a las nuevas realidades, pero son mercados suficientemente vastos y amplios para aspirar a más. No soy amigo de abrir ese abanico a sectores que han sido ajenos a EPM a través de su historia, como proyectos de infraestructura vial que me parece que está por fuera del foco de EPM. Hay una agenda suficiente en el mundo de la energía como para buscar otros espacios como infraestructura. Me parece oportuno estar revisando si el objeto social viene acorde con los tiempos. El siglo XXI tiene desarrollo empresarial y tecnológico muy significativo y eso hay que adaptarlo.

    Este es un debate de calado, las nuevas realidades socioeconómicas del mundo marcarán una necesidad de redefinir qué haremos en dos o tres años en todas las empresas. Ya EPM tiene compromisos adquiridos importantes: Hidroituango y Caribemar. Habrá restricciones presupuestales porque EPM, como cualquier empresa, dará menos utilidades este año. Además, en infraestructura y alcantarillado en Medellín, Rionegro y Urabá, para los próximos 10 años, las inversiones en agua serán de $2 billones. Si se va a ampliar el objeto y ya tiene compromisos con Ituango, Caribe y la infraestructura de agua, ¿con qué recursos se cuenta?

    EPM arrancó el primer trimestre en rojo, ¿a razón de qué va a mejorar significamente los indicadores en el resto del año si las cosas se han puesto peor?

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