El 50% de la capacidad de energías renovables no convencionales adjudicadas en las subastas realizadas en el año 2019, tiene riesgo de no ingresar a tiempo con la energía asignada, admitió el Gobierno.
Retrasos en el desarrollo de los proyectos de infraestructura energética en el país debido a la demora en la expedición de licencias ambientales y los procesos de consulta previa.
Esta situación traerá como consecuencia un aumento en los costos de energía y restricciones del suministro en el mediano plazo.
La denuncia fue hecha por la Asociación Colombiana de Grandes Consumidores de Energía Industriales y Comerciales (Asoenergía) en el informe sectorial de agosto sobre el comportamiento de la Demanda de Energía en Colombia.
Precisa el estudio que además de la pandemia del COVID-19, los retrasos que están presentando los proyectos energéticos se deben a cuellos de botella representados por las dificultades que se observan en los procesos de consulta previa y el licenciamiento ambiental.
“Las medidas de cierre adoptadas han generado inconvenientes y retrasos en el desarrollo de diferentes obras de infraestructura energética”, advierte el informe del gremio eléctrico.
El 50% de la capacidad de energías renovables no convencionales adjudicadas en las subastas realizadas en el año 2019, tiene riesgo de no ingresar a tiempo con la energía asignada, dijo recientemente el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, según recordó la directora de Asoenergia, Sandra Fonseca.
Estos proyectos afectados con los retrasos incluyen algunos proyectos esenciales a desarrollarse en el norte del país como la línea Colectora I y las redes para conectar a los proyectos a dicha línea de transmisión.
“El promedio del costo unitario de las restricciones tuvo un incremento de 11.8% en el mes de agosto con respecto al mes de julio de 2020 y se ubicó en 16.8 $/kWh”, dijo la dirigente gremial.
Fonseca señaló que este comportamiento se mantendrá estructuralmente, dado que la expansión en infraestructura de transmisión no se ha solucionado de raíz y “los proyectos en expansión sufren retrasos constantes en sus fechas de entrada en operación esperadas”, indicó.
Asoenergía apoya la reactivación económica del país, sin embargo, advirtió que debe ir acompañada de decisiones regulatorias fundamentales para que se cumplan los planes de expansión y se cuente con precios competitivos que requiere la demanda, dijo Sandra Fonseca.
“Sugerimos que las tarifas de energía se establezcan en pesos y no en dólares, que las tarifas reflejen los planes de inversiones reales y no los estimados, y que dichos planes sean el reflejo del comportamiento de la demanda”, aseguró la directora de Asoenergía.
Asoenergía no comparte la propuesta de la CREG, en la resolución 158 de 2020, donde en situaciones de retraso se define una opción para plantas en construcción con OEF (Obligaciones de Energía Firme) asignadas que al inicio del período de vigencia de la obligación (IPVO) no alcanzan la capacidad efectiva neta (CEN) declarada, señala Asoenergía.
“Esta medida no asegura ni permite contar con la energía que requiere el mercado para que se asegure el equilibrio entre una oferta oportuna y los requerimientos de la demanda”, remarcó Sandra Fonseca.
FUENTE: EL ESPECTADOR