La fuerte apuesta que ha hecho el país en las inversiones para la adopción de energías renovables no convencionales, tanto por el lado del Gobierno Nacional, con la subasta de contratos del 2019, como por las que vienen adelantando muchas empresas para su consumo con la opción de vender excedentes a la red, requerirá decisiones sobre redes de distribución y consumidores, que permitan acelerar la transformación energética.
Dentro de este proceso, hay varios tópicos que requerirán la participación de distintos agentes de la cadena e incluso del ciudadano común, y cuyo desarrollo normativo será clave para la velocidad en que se dará ese cambio.
Según la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía (Asocodis), los principales desafíos que plantea la transformación energética son la medición avanzada o inteligente, la movilidad eléctrica, la digitalización del sector e incentivar las microrredes y soluciones aisladas que contribuyan a incrementar la cobertura de energía eléctrica en el país.
Medición inteligente
Explica que en la transformación energética, el contexto de los desarrollos tecnológicos y la innovación darán pie a nuevos modelos de negocio y, en este contexto, la medición avanzada –AMI, por sus siglas en inglés– como columna vertebral de la transformación energética conlleva la incorporación de la digitalización, el uso de big data, la eficiencia en el consumo y abre el camino para la masificación de la movilidad eléctrica.
Para ello, el Gobierno prevé que para el 2030 por lo menos el 75 por ciento de los usuarios dispongan de medidores avanzados, objetivo que requerirá inversiones de unos 9 billones de pesos.
De acuerdo con Asocodis, para lograrlo falta definir temas asociados a la AMI, como el gestor de información, cómo se debe gestionar la información, los beneficiarios y quiénes asumen los costos.
Según José Camilo Manzur, director ejecutivo de Asocodis, aunque en la resolución 131 de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) hay avances importantes, se requieren ajustes para llegar a dicha meta.
“En temas como la identificación de los beneficios, costos de implementación y la gestión de la información, el análisis que se realizó se aparta de la experiencia internacional, en la que los equipos son remunerados a través de la base de activos de los operadores de red y donde son ellos los que han iniciado las actividades como gestores de la información”, indicó.
Movilidad eléctrica
Para Asocodis, alcanzar la meta que se ha trazado el Ministerio de Minas y Energía en la estrategia nacional de movilidad eléctrica requiere revisar aspectos como la contribución o impuesto al consumo con energía con destino a este segmento de movilidad.
Otros factores son los impuestos a la carga de los vehículos, tener un régimen tarifario flexible que incentive el consumo, al igual que simplificar y actualizar trámites de homologación, nacionalización, matrícula y seguros. También señala que se requiere un protocolo único de fuentes de energía y cargadores por tipo de vehículo eléctrico.
Digitalización
Para 2021 se espera que desde la Creg se expida la regulación relacionada con los esquemas flexibles de la tarifa que permitan sacar más provecho de estos sistemas avanzados de medición a los usuarios.
Asocodis señala que estos sistemas, junto con una infraestructura de comunicaciones integrada, permitirán intercambios bidireccionales de información y registros en tiempo real para que los usuarios sepan el costo de la energía que están consumiendo en tiempo real y no hasta el final de mes, cuando llega la factura.
Pero para avanzar más rápido se requieren esquemas y procedimientos que incentiven la inserción de los recursos distribuidos, es decir que los consumidores puedan vender excedentes a la red, de tal manera que se puedan lograr la modernización y adecuación de la infraestructura eléctrica.
Microrredes y soluciones
Actualmente, Colombia tiene una brecha de 500.000 usuarios para llegar con el servicio de energía eléctrica a todos los rincones del país, haciendo inversiones por 8 billones de pesos cuya ejecución necesita, según los análisis de Asocodis, definir la diferencia tarifaria para realizar proyectos de electrificación que tienen un costo medio mayor que la tarifa e incluir en la base de activos de los operadores las microrredes y las soluciones aisladas.
En opinión de Manzur, estas conexiones pendientes están distribuidas, casi en tres partes iguales, entre soluciones interconectadas, microrredes y soluciones aisladas.
Asocodis señala que mientras la Creg deberá actuar rápido para realizar los ajustes regulatorios, los distribuidores, como columna vertebral de la implementación, tendrán que contar con la plataforma para la inserción de los recursos distribuidos y los comercializadores, trabajar para lograr una respuesta más activa de los consumidores.
Gasto récord en transición
En 2020, el mundo gastó un récord de 501.300 millones de dólares en energía renovable, vehículos eléctricos y otras tecnologías para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Las inversiones aumentaron 9 por ciento respecto a 2019 y se produjeron a pesar de las interrupciones generadas por la pandemia de covid-19, según un informe de BloombergNEF.
La inversión se disparó 52 por ciento en Europa, pero cayó 20 por ciento en Estados Unidos y 12 por ciento en China. Pero el aumento del gasto no será suficiente para cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a menos de 2 grados centígrados.
FUENTE: EL TIEMPO