El sector eléctrico enfrenta importantes retos para garantizar el acceso y uso de energía eléctrica en el hogar, oficina o negocio. Como solucionadores a estas y otras problemáticas, los Recursos Energéticos Distribuidos (DER, por sus siglas en inglés) comienzan a tomar protagonismo debido a su versatilidad, dinamismo y acercamiento con la demanda, pero actualmente, tomando el caso de Colombia, se identifica que los avances a nivel de la política y regulación se han realizado de manera individual, por ejemplo por tipo de tecnología, sea esta la autogeneración o el almacenamiento de energía, y no de forma integral como un recurso energético distribuido para el sistema eléctrico e incluso por parte de su potenciales usuarios, los ciudadanos o empresas.