Un importante fenómeno se está dando en la industria eléctrica en todo el mundo. La pandemia ha provocado que la demanda baje en todos los países, arrastrando a la baja a los precios de los contratos de suministro de energía.
En Estados Unidos, la compañía El Paso Electric acaba de firmar dos contratos solares de largo plazo por menos de US$15 por MWh, un nivel históricamente bajo. A modo de comparación, los contratos más baratos firmados en Chile, licitados en 2007, promediaron US$32,5 por MWh, mientras que en 2014, el valor que se alcanzó en la licitación fue de US$107 por MWh.
Aunque en Chile los valores todavía no bajan a los niveles de EE.UU., en el último tiempo se ha visto una caída fuerte producto de la baja sostenida en los costos de las tecnologías de generación renovables, como solar fotovoltaica y eólica, lo que se ha acentuado con la llegada del Covid-19. Según el director ejecutivo de Ecom Energía, Sebastián Novoa, “si bien hoy las primas de riesgo son más altas, pasada la tormenta este efecto se verá con mayor claridad. Es importante tener expectativas realistas, ya que la energía no puede seguir bajando eternamente como si no hubieran costos e inversiones que remunerar”.
El director de Valgesta Energía, Ramón Galaz, sostuvo que en los últimos cinco años se ha visto una baja en el precio de la energía de los contratos, que han llegado hasta el 60% en algunos casos. “Actualmente vemos una estabilización de estos precios y su evolución dependerá de cómo evolucione el precio de los combustibles y el costos de inversión de las tecnologías, por ejemplo el almacenamiento”, agregó.
Pero, ¿qué efecto tiene un menor precio en los contratos? Para Claudio Seebach, presidente ejecutivo de Generadoras de Chile, gremio que agrupa a las empresas productoras de electricidad, una baja en los precios de la energía eléctrica permite tener una economía más sostenible y competitiva, aumentando la productividad y facilitando la masificación de tecnologías cero emisión.
En tanto, Novoa indicó que “la pandemia ha llevado a las áreas de riesgo de las generadoras a realizas mayores análisis de contraparte previos a la firma de contratos de suministro”. Agregando que “estas evaluaciones podrían conducir a la solicitación de garantías o la aplicación de primas de riesgo mayores, las cuales no eran relevantes antes de la pandemia y que, por lo tanto, tal vez no trasladen completamente las reducciones al consumidor el virtud del aumento de la percepción de riesgo”.
Costos marginales
La menor demanda eléctrica -que en mayo bajó 7,7% comparado con mismo mes del año pasado-, está trayendo consecuencias. Esto, porque se ha visto una baja en los costos marginales, que son los valores en que se transa la electricidad entre generadoras. Desde el Coordinador Eléctrico informaron que los actuales costos marginales con los que está cerrando mayo -promedio mensual- son del orden de los US$40 MWh. El académico y director de Systep, Hugh Rudnick, señaló que esto trae menores ingresos para las empresas generadoras, sumado a la reducción de precios forzados en el sistema y la postergación de pagos de tarifas por efecto de la pandemia. “Baja de demanda, baja de costos marginales, menores ingresos para generadores, se pide que no se corte electricidad a usuarios aunque tengan deudas”, señaló.
En tanto, el director ejecutivo de Ecom Energía, dijo que dado el contexto actual se ha percibido una fuerte reducción en los precios del carbón y el petróleo, lo que lleva a tener una expectativa de reducción de los costos marginales previstos. Esto debiese impactar el mercado de contratos libres. Si los combustibles de estas centrales reducen su precio, la energía generada a través de centrales que utilizan estas tecnologías es más barata y por lo tanto el costo marginal de corto plazo esperado de la energía se reduce y el peak, en caso de estrechez, también es menor”, agregó.
FUENTE: LA TERCERA