Isidro Fainé, presidente de Gas Natural Fenosa (GNF), ha vuelto a Bogotá en un último intento de llegar
a un acuerdo con las autoridades colombianas antes de que venza el plazo de la intervención temporal de su filial de distribución eléctrica, Electricaribe. El rechazo de la población y de los políticos locales dificultan el pacto y el Gobierno baraja extender la intervención hasta dos años más.
Hoy es el día D para conocer el futuro inmediato de Electricaribe: la Superintendencia de Servicios Públicos de Colombia, que gestiona la subsidiaria de GNF desde hace cuatro meses para impedir que su insolvencia derivara en apagones, debe decidir si la entidad puede desarrollar su objeto, es decir, si es viable, o si, por el contrario no lo es y debe liquidarse.
Una vez se haya resuelto el enigma -la empresa ha recibido una inyección de dinero público de 150 millones de euros-, las autoridades tienen que decidir si se la devuelven a su matriz, GNF, o si prolongan la administración pública "el tiempo que se requiera para la aplicación del esquema de solución que se defina, en el caso de considerar que puede seguir ejerciendo su objeto social, o el que se requiera para su liquidación", según la documentación de la Superintendencia. En los medios de comunicación locales, se está recordando que la ley establece un período máximo de dos años.
A todo esto, GNF puede denunciar al país en la corte de arbitraje del Banco Mundial cuando quiera, algo que el Gobierno colombiano quiere evitar por la mala imagen, por el deterioro de la relación bilateral con España y porque tiene muchas posibilidades de perder.
Reunión de máximo nivel
Con esta situación, ayer se celebró una reunión de máximo nivel en Bogotá. Por parte de GNF estuvieron su presidente Isidro Fainé, y otros altos cargos, como Sergio Aranda, director general del Grupo para Latinoamérica; por parte de Colombia, el ministro de Energía, Germán Arce, la de Industria, María Claudia Lacouture, y la de Exteriores, María Ángela Holguín, entre otros funcionarios de alto nivel; este diario no ha podido confirmar la presencia del presidente Juan Manuel Santos en el encuentro.
A Colombia le interesa devolver Electricaribe a GNF -evita el arbitraje y el problema de administrarla ella o de buscar compradores para sus activos si la liquida-, pero debe asegurar que se invierte para mejorar la calidad del suministro. GNF, por su parte, tiene que garantizarse que cobrará por su trabajo y que los consumidores paguen directamente a los generadores.
Ahora bien, hay otro escollo serio al pacto: la oposición de varios gobernadores y alcaldes locales, que son presa de sus propias declaraciones, puesto que hasta la intervención no cesaron de atacar a GNF, soliviantando a una población descontenta con el mal servicio.
Si hoy la Superintendencia decide que Electricaribe es viable, pero prolonga la intervención, el hecho de que GNF -que nada dice- no acuda a un arbitraje a corto plazo indicará que hay acuerdo para esperar a que se calmen las aguas.
Fuente: http://www.eleconomista.es/energia/noticias/8219579/03/17/Faine-regresa-a-Colombia-para-el-penultimo-asalto-por-Electricaribe.html