Apalancada por su negocio principal, que es el de la transmisión de energía, pero haciendo una apuesta fuerte por crecer en las concesiones viales del país, Interconexión Eléctrica S.A. (ISA) acumuló utilidades por 1,19 billones de pesos al corte del tercer trimestre, creciendo un 27 por ciento, y entre enero y septiembre sus ingresos sumaron 5,8 billones de pesos.
El presidente de la compañía, Bernardo Vargas, en diálogo con EL TIEMPO, dijo que pese a la diversificación su actividad principal se mantiene y para ello buscan que se les permita competir en los sistemas de transmisión regional de energía eléctrica del país.
¿Qué impulsó el balance del tercer trimestre?
Estamos creciendo por encima de presupuesto y ganándole al 2018. Si las cosas siguen como van, vamos a tener otra vez el mejor resultado de la historia. Estamos muy felices por haber energizado San Antonio (subestación en Boyacá) y por la línea San Antonio-Sochagota. El Ebitda va muy bien, igual que la terminación de obras y la compra de la concesión Costera, que no es del trimestre, pero es una cosa buenísima.
¿Qué papel jugó ahí la alianza con El Cóndor?
En esa, nada. La alianza con El Cóndor tiene un propósito particular y es que nosotros somos concesionarios y no constructores. En Chile trabajamos con Ferrovial y aquí lo hicimos con El Cóndor. Eso nos permite tener un aliado para las cosas que haya que hacer en las carreteras, pero lo más importante es para comprar vías que estén en proceso de construcción o participar hacia el futuro en licitaciones.
(Le puede interesar: Grupo ISA entra de lleno al negocio de las vías en Colombia)
¿Cuál es el plan para la concesión Costera?
Mario Huertas y los que nos vendieron no son concesionarios, sino constructores. Nosotros compramos y asumimos las obligaciones. Esperamos mejorar el esquema de financiación. Pagamos lo que es justo y ellos recibieron lo justo, pero yo sí le voy a sacar ventajas a eso a futuro, que tenemos y no tienen ellos, y una de esas es en financiación.
Seguramente, una vez recibida la carretera, estudiaremos la estructura financiera para ver cómo se mejora para tener un mejor retorno, que es por lo que a mí me pagan.
¿Hay competencia en este mercado?
Sí, claro. No le puedo contar quiénes, pero en Costera tuvimos competencia. Hay más jugadores queriendo entrar y es una buena noticia.
¿Qué planean para la próxima apertura del programa de vías 5G?
Si vienen 5G, que son greenfield (desde cero para construir) seguramente participaremos con El Cóndor. Realmente para eso es la alianza.
¿Qué porcentaje tendrán las concesiones viales en los ingresos?
Estamos en el 16,1 por ciento y con esta compra subirá al 23 por ciento. Para el 2030 se proyecta crecer el Ebitda a 8,6 billones de pesos y de este valor se espera que el 17 por ciento provenga de vías. Esto debido a que están por vencerse varias concesiones y las oportunidades en energía, tanto en transmisión como en nuevos negocios, son importantes. Esperamos seguir con el transporte de energía con cerca del 70 por ciento. Las líneas de transmisión es donde tenemos gran potencial.
¿Dónde ve las mejores oportunidades?
Seguimos concentrados en los países donde estamos. Queremos en Colombia desafiar a la regulación para que nos dejen entrar a la transmisión regional. Pensamos que podemos contribuir mucho en eso.
Hay una falacia y es que pensaban que esto demeritaba el valor de Electricaribe, y nada que ver.
Esta o cualquier otra distribuidora tiene monopolio en su región para hacer su transmisión. Yo solo me meto en las que no haga, porque no quiere o porque no puede. La Creg lo está estudiando y creo que eso será así. Eso nos ayuda a complementar nuestro negocio de transporte de energía en Colombia.
¿Cómo los está afectando el difícil entorno político y económico de América Latina?
En Colombia este año ha habido mucha salida de inversionistas extranjeros. El mundo está pasando por un momento muy complicado, porque está con tasas de interés de cero y a mí no me hace sentido que, cuando aquí todavía hay tasas positivas, la gente se esté yendo.
Si no el tema de retorno es por el tema geopolítico, pero con mi conocimiento en el área financiera, lo dudo. Pero le confieso que estoy perplejo.
Es muy difícil leer las señales ahora, para saber qué va a pasar. No nos preocupa que haya inversión de corto plazo entrando y saliendo, sino que nos interesa estar en países en los que se necesita infraestructura. El 2020 será muy retador.
FUENTE: EL TIEMPO