Las generadoras de energía térmica del país anunciaron que están listas para ser la energía de respaldo del país con motivo de las bajas reservas de los embalses, y esperan “señales económicas” del Gobierno.
En los próximos meses, con motivo de la proyección de bajas precipitaciones y lluvias, y embalses que han llegado al 32% de sus reservas de volumen útil diario, el sector tiene como desafío recuperar la generación hídrica antes del 1 de diciembre de 2020 en un 70%, lo cual permitiría despejar un desabastecimiento.
El Centro Nacional de Despacho XM, los niveles de reserva y aportes hídricos de los 23 embalses del país prevé que en junio y julio de 2020 es posible se tengan aportes hídricos deficitarios en el sistema.
“A pesar de los niveles críticos de generación hídrica el mercado que completa la matriz todavía no ha recibido señales económicas adecuadas para reducir la capacidad de generación hidráulica y eso permite aumentar la generación térmica para almacenar mayor cantidad de agua y a los niveles que se necesitan”, dijo a El HERALDO Luis Fernández Saher, presidente de Tebsa.
El país dispone de 71,5 de gigavatios, de las cuales 11 gigavatios provienen de generación hidráulica, 5 gigavatios son de origen térmico, un gigavatios provienen de varias plantas menores, indicó Jaime Zapata Uribe, gerente Centro Nacional de Despacho de XM.
Alejandro Castañeda, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras, Andeg, dijo que las térmicas están listas para la generación de respaldo, y agregó que si hay mejores precios de bolsa de energía también los usuarios los tendrán.
Para este gremio quien compre energía con contratos a corto plazo sí impactará en tarifas. “No hay una condición crítica en el corto plazo. Hay que hacer seguimiento a los embalses; disminuir la generación hídrica y que se aumenta la térmica. Falta mucho por usar. Hoy se usan 50 gigas por día. Podríamos llegar a 105 gigas diarias”.
Impacto del gas natural licuado
Andeg y las compañías Tebsa, Termocandelaria, Termoflores y SPEC LNG, señalaron que la importación de gas natural licuado (GNL) ha permitido mantener una operación confiable, económica y segura para el parque de generación térmico en el país y en especial a la costa Caribe, región de “mayor complejidad operativa” y más de 2 millones de usuarios residenciales, industriales y comerciales.
"La regasificación del GNL en la terminal de SPEC LNG en Cartagena permite complementar la oferta de gas natural nacional a través de un esquema regulado definido por la CREG”, dijo Andeg.
Los ahorros que el país obtiene al generar energía con gas natural y no con combustibles líquidos que son mucho más costosos, están estimados en más de USD1.000 millones ($3,8 billones) en la generación de energía. Y el pago que los usuarios de energía eléctrica han permitido beneficios del orden de $1.2 kilovatio hora, que es equivalente alrededor de $200 pesos mensuales en la factura de energía de una familia colombiana, agregó Andeg.
La ACP se pronuncia
“Debido a las medidas de aislamiento tomadas por el Gobierno nacional, la demanda de gas natural y de energía eléctrica se han reducido en un 25% (estimados ACP) y 14% (según XM) respectivamente. La recuperación de la demanda a los niveles anteriores al COVID, puede demorar aún algunos meses, a medida que los sectores económicos vayan retomando sus actividades", dijo Franciso Lloreda Mera, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo
Esta reducción en la demanda de gas natural en el país, dice Franciso Lloreda, genera un potencial de producción de gas excedente (aprox. 200 MPCD), que en este momento podría ser utilizado para la generación de energía eléctrica en las plantas térmicas a gas, lo que generaría un alivio para el sector eléctrico, pues permitiría reducir la generación de energía eléctrica por parte de las hidroeléctricas.
"Generar un ahorro de agua en los embalses para atender la demanda de energía en los próximos meses. En este sentido, se espera que el gobierno tome prontas medidas de cara a la situación que podría presentarse en los próximos meses. Siempre será más eficiente para el país el consumo de gas natural nacional que genera recursos por regalías e impuestos, y genera empleo y desarrollo regional. No obstante, a medida que la demanda de gas natural se recupere por la reactivación de sectores económicos, y no contemos con estos excedentes de producción, el país actualmente cuenta con una planta de regasificación pagada por todos los colombianos, que puede ayudar al abastecimiento de gas para el sector térmico en la costa Caribe”, agregó Francisco José Lloreda Mera.
Críticas a regasificadora en Cartagena
A finales de 2016 entró en operación la primera planta de regasificación de Colombia, en el puerto de Cartagena. Esta planta se construyó como un seguro para poder importar gas natural licuado en situaciones en que la producción local fuera insuficiente para atender el consumo de las plantas termoeléctricas de la Costa Caribe, sobre todo en épocas de sequía producto del fenómeno de El Niño.
El 50% de la inversión y los costos de operación son pagados por todos los usuarios de energía eléctrica en sus facturas, incluyendo los usuarios de estrato 1 y 2. El monto anual de dicho pago es de 40 millones 750 mil dólares, conforme a lo establecido en el artículo 1 de la resolución CREG 022 de 2014:
“Artículo 1. Aprobar, de conformidad con la metodología establecida en la Resolución CREG 062 de 2013, modificada por la Resolución CREG 152 de 2013, el valor del ingreso anual regulado total de carácter transitorio, por el término de 10 años para el grupo de generadores térmicos (GT), el valor de cuarenta millones setecientos cincuenta mil dólares ($40’750.000,00 USD).”
Es decir, los colombianos a través de la factura de energía eléctrica pagan alrededor de 13.500 millones de pesos mensuales por dicha infraestructura, que corresponde al 50% del total de la inversión y los gastos de funcionamiento.
Jorge Linero, presidente de gas de Canacol, dice que a pesar de los beneficios que señalan las térmicas, "paradójicamente, cuando la planta de regasificación vende gas, los colombianos no recibimos absolutamente nada de las ganancias producto de dichas ventas; es decir, pagamos la mitad de los costos pero recibimos el 0% de los beneficios; de hecho, ni siquiera publican el monto que están ganando con estas ventas".
Veamos por ejemplo el mes de febrero de 2020, uno de los meses en los que más ha vendido gas (conforme a la información publicada por el transportador PROMIGAS), vendió 2,8 millones de MBTU (unidad de energía), lo cual, suponiendo un precio medio de venta de 5 dólares por MBTU, nos da que en febrero tuvo ventas alrededor de 14 millones de dólares en el mes.
Es decir, en febrero de 2020 vendieron más o menos 56 mil millones de pesos y, además, cobraron los 13 mil 500 millones de pesos que le pagan los colombianos sin compartirle absolutamente nada de los beneficios.
"Esto no tiene ningún sentido dado que los colombianos, los cuales pagan la mitad del costo total, deberían también recibir la mitad de los beneficios de las ventas, sobre todo en una situación como la actual en la que tanto los hogares como las industrias pasamos por una crisis sin precedente producto del Covid-19 y en la que uno de los pocos negocios que está realmente bien es, precisamente, la planta de regasificación", dice Jorge Linero.
José María Castro, gerente de SPEC, actor de la cadena de importación de gas, explica que en el plan de la regasificadora tienen un papel de infraestructura. "En ese sentido el generador térmico es quien compra gas natural licuado y y es quién hace las importaciones y compras. Nosotros almacenamos para ellos el gas licuado y en la medida en que la generación térmica necesite ese gas almacenado en la regasificadora nosotros prestamos ese servicio de regasificación básicamente pasar del gas natural licuado al estado gaseoso y se lo entregamos a nuestros clientes. Por eso en ese sentido el gobierno diseña este esquema somos complemento de la oferta de gas local y la certeza para todo tipo de usuario".
En Colombia la demanda de gas natural se divide entre dos grandes grupos: los no regulados, es decir industrias que son intensivas en el consumo energía y gas como por ejemplo las empresas pertenecientes al sector alimentos, minero, petrolero, vidriero, etc , y los consumidores residenciales y pequeños y medianos negocios para quienes el impacto de estos costos es muy relevante para su operación.
"Lo inexplicable de la situación actual tiene que ver con que un usuario residencial – del grupo de los regulados- paga al mes en promedio 385 pesos, a través de su factura mensual, tomando un consumo promedio de 170 pesos/kWh y el pago máximo de un usuario de este grupo, puede llegar a ser al mes puede de 124 mil pesos. Así las cosas, se puede concluir que el monto del subsidio señalado (13.500 millones de pesos) lo pagan en un 68% el grupo de los regulados e inexplicablemente, ante las actuales circunstancias, los estratos 1 y 2 asumen el 20 %", agrega Jorge Eduardo Linero.
FUENTE: EL HERALDO