Según Morgan Stanley, según los datos y según el sentido común. Es sencillo: las energías renovables van camino de ser las energías más baratas del mundo, tal y como explica la compañía en un informe al que ha tenido acceso Quartz. Y no parece que vaya a haber manera de frenarlo.

Eso tiene una consecuencia clara: la tecnología va a solucionar un problema que la política ha sido incapaz de resolver. "Según nuestros pronósticos, en la mayoría de los casos serán las renovables y no la política del gobierno lo que impulse los cambios en los niveles de emisiones de dióxido de carbono". Crucemos los dedos.

Hacia la energía (casi) gratuita

A nivel mundial, el precio de los paneles solares ha caído más de un 50% entre 2016 y 2017. Y en los países con buenas condiciones meteorológicas, los costos asociados a la energía eólica ya son "un tercio menores que los de las plantas de gas natural". Entre otras cosas, esto es así por el incremento de eficiencia de las células fotovoltaicas y porque la evolución de las turbinas eólicas permiten aspas más largas y la energía generable guarda una relación potencial con el área que cubren esas aspas.

"Proyectamos que para 2020, las energías renovables serán la forma más barata de generación de energía en todo el mundo", dice el informe. Quizás la única excepción se encuentre en algunos países del sudeste asiático y eso cambiará sensiblemente el escenario mundial de emisiones de carbono.

Fuente: https://newsstand.google.com/articles/CAIiEFsUqMI40rgkf3HSdYL321MqFwgEKg8IACoHCAow6cm2ATC38gww4f0Y