La situación de los precios del petróleo en el 2016, que cayeron a niveles de 27 dólares el barril iniciando el año pasado, hizo que las empresas que operan en el país mantuvieran estrictos controles al gasto, lo que llevó a que los costos de producción y transporte
bajaran 30 por ciento, a un promedio de 18 dólares por barril.
Incluso, el costo de transporte de las compañías bajó 27 por ciento anual frente al 2015, básicamente porque se redujeron los costos de movilizar el crudo por carrotanque, gracias a menores distancias, tarifas más bajas y la devaluación del peso.
Pese a ello, la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), recalca que el transporte, que representa más de la mitad de los costos de operación de las compañías (53 por ciento), sigue siendo la mayor amenaza para la viabilidad económica de los proyectos petroleros.
Esto con todo y que el costo del transporte por carrotanque se contrajo el año pasado en cerca del 70 por ciento.
Además, si bien las empresas consultadas por la agremiación consideran que ha habido una mayor disponibilidad de infraestructura en los últimos cuatro años y que actualmente hay capacidad en los oleoductos del país, persiste preocupación por las tarifas de estos.
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Cinturón apretado
El año pasado, según el documento de la ACP, la renegociación de contratos de servicios fue la principal estrategia de las compañías petroleras para reducir costos, al ser mencionada por el 43 por ciento de las empresas.
El 21 por ciento de compañías acudió a eficiencias operacionales como sinergias, reprogramación de actividades (logística) y mantenimiento, y otro 21 por ciento realizó ajustes en la generación y consumo de energía.
A su turno, el 18 por ciento mencionó la reducción en la mano de obra, mientras que el 11 por ciento empleó otro tipo de estrategias para reducir costos (ambientales, sociales, materiales). Pero a pesar de las iniciativas y esfuerzos para lograr eficiencias operacionales, Colombia sigue ubicada en el 25 por ciento de la producción más costosa del mundo (el resto del mundo también redujo costos).
Y producto de estos ahorros y negociación de tarifas, la oferta local de bienes y servicios también mejoró su calificación por parte de las petroleras en el 2016, al tiempo que varias compañías resaltaron la buena calidad de la mano de obra local y la reducción de las tarifas de servicios, como respuesta a la menor actividad de exploración y producción que generó la caída de los precios del crudo.
Pero en un escenario en el que se mantienen los costos del 2016 y con los precios esperados (barril de Brent entre 50 y 55 dólares), la ACP estima que la industria tendrá la caja justa para cubrir el plan de inversión del 2017.