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    Tras crisis eléctrica, no subirán ingresos a plantas generadoras

    A pesar de que desde el 2015, cuando el Gobierno, a través de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) intervino el mercado eléctrico y subió las tarifas para evitar la quiebra de varios generadores térmicos, 

    se habló de ajustar el valor máximo que les reconoce a las centrales que producen energía, conocido como precio de escasez, dicho cambio no se verá en los próximos tres años.

    Así lo contempla el proyecto de resolución de la entidad, que señala la única alternativa transitoria, hasta el 2019, será para las plantas térmicas que operan con combustibles líquidos, como el diésel, que podrán optar por un precio de escasez de 135 dólares por megavatio y una reducción en la prima (ingreso) del cargo por confiabilidad, estimada en el 20 por ciento.

    El documento Creg 136, que sustenta el proyecto de resolución, señala que para las asignaciones de generadores hasta noviembre el 2019 y para las de largo plazo obtenidas en subasta, no se cambia el precio de escasez y se mantiene el valor actual, que para enero es de 369 pesos por kilovatio, según la firma XM.

    “Cualquier cambio en el precio de escasez sin el respectivo ajuste en la prima del cargo por confiabilidad correspondería a un traslado de riesgo al consumidor sin contraparte en el precio que paga por evitar dicho riesgo”, subraya la Creg.

    Y a partir del 2019 se plantea para todas las asignaciones nuevas un precio de escasez de 135 dólares por megavatio, que por el dólar y otros componentes da un valor de arranque de 492 pesos por kilovatio.


    Y agrega que luego, mes a mes, dicho valor se va actualizando con el cambio que tenga el precio del gas en Estados Unidos, bajo el indicador Henry Hub.

    Es decir, desde el 1.° de diciembre del 2019 todo se indexaría al gas para la nueva asignación, mientras para las térmicas que usan líquidos y que se acojan a la opción una vez salga la norma, la variación en el precio tope de remuneración se calculará con base en el promedio diario del indicador Platts para el diésel número 2 en la costa del golfo de México.

    Según la Creg, el sistema podrá enfrentar una condición crítica con los generadores existentes hasta el 2020, pues en términos energéticos ya se asignaron las obligaciones de energía firme para cubrir toda la demanda esperada, y en términos financieros está la opción para que los generadores que asumen un riesgo muy alto, lo bajen.

    Nuevo riesgo

     

    Expertos del sector señalan que al dejar las cosas como están hasta el 2019 y a pesar de que ya está operando la planta de regasificación de Cartagena, el país se arriesga a repetir lo ocurrido en el pasado fenómeno del Niño, cuando varias térmicas tuvieron problemas financieros y una de estas, Termocandelaria, fue intervenida por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios.

    Esto porque sus dueños decidieron no asumir pérdidas mayores a las esperadas, al tener una remuneración que no cubría sus costos variables. Según Alejandro Lucio, director Ejecutivo de la Asociación de Energías Renovables (SER Colombia), el precio de escasez, como está hoy, no cubre los costos de la generación térmica por la baja disponibilidad de gas natural para las plantas.

    Y si el tope de precio sube para cubrir los costos de la planta térmica más costosa, los usuarios quedan descubiertos y asumirían un mayor costo en sus facturas en un periodo del Niño, pero al dejar el valor actual los usuarios se exponen a no ser atendidos en un nuevo Niño como en el pasado o a pagar más por rescatar a las térmicas que puedan tener problemas.


    La Contraloría General de la República calculó que el alza de tarifas del 2015, para aliviar las pérdidas de las térmicas, les costó a los usuarios 476.539 millones de pesos.

    Otras fuentes dijeron que es obvio que las térmicas no estarían interesadas en acogerse a la opción de nuevo precio de escasez, pues ya tienen un ingreso asegurado del cargo por confiabilidad.

    Para Lucio, la modificación del precio de escasez debe ir de la mano de una discusión y modificación del esquema de contratos. “Se puede subir el precio de escasez siempre y cuando se le garantice al usuario que tiene precio fijo a través de contratos y que no va a estar expuesto a estas volatilidades en la bolsa”, agrega al precisar que esta discusión se lleva dando en el sector muchos años, pero que no se ha querido solucionar.

     

    Usuarios, más expuestos a volatilidad

    En las condiciones actuales el precio de la energía en bolsa está en promedio en 151 pesos por kilovatio, muy por debajo del visto en el fenómeno del Niño (alcanzó a tocar los 2.000 pesos por kilovatio), pero los usuarios hoy están más expuestos a cambios bruscos en las tarifas. Según Alejandro Lucio, director Ejecutivo de SER Colombia, las grandes empresas tienen un alto porcentaje de indexación al precio de bolsa, entre el 40 y el 50 por ciento, y no pagan un precio fijo, y lo mismo se está observando en contratos para atender el mercado residencial.

    La situación es producto del déficit de oferta de contratos a precio fijo, por la poca disponibilidad del parque generador de asumir riesgos.

    Si bien los generadores dicen que hay oferta de contratos a precio fijo, el valor del kilovatio es de 240 pesos, cuando hace cuatro años valía 130 pesos.

    Fuente: http://www.eltiempo.com/economia/empresas/ingresos-de-plantas-generadoras-de-energia-en-colombia/16805049

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