El servicio público de energía eléctrica del país no anda por buen camino, así lo deja entrever un documento de trabajo del Departamento Nacional de Planeación (DNP) al cual tuvo acceso Portafolio, y el cual resalta que se requieren inversiones por $5 billones para su cobertura total.
El contenido del texto, que tiene capítulo especial en el Plan Nacional de Desarrollo (PND), deja en claro que se debe mejorar la competitividad en el sector; resolver los problemas pendientes de equidad; iniciar la modernización del mercado eléctrico, para adaptarlo a la convergencia de la electrificación de la economía; la descentralización, la digitalización y el cierre de brechas.
El diagnóstico del DNP establece siete puntos: baja competencia en el mercado mayorista de electricidad; persistencia del riesgo de suministro de electricidad; regulación compleja, y rezago en innovación regulatoria; necesidad de un mecanismo idóneo para la entrada de las fuentes renovables; esquemas de subsidios ineficientes; limitaciones en los sistemas de financiación y en el modelo de extensión del servicio; y necesidad de profundizar programas de eficiencia y uso energético.
El documento comienza resaltando que “los contratos de suministro de electricidad no han promovido la competencia por su carácter bilateral. Estos tienen los problemas de opacidad en la formación de precios, iliquidez y discriminación de precios, según el agente interesado y diferenciación entre el precio de contratos para el mercado regulado y el no regulado”.
Subraya que hay un exceso de capacidad (Mw) con respecto a la energía (MWh) que las plantas hidráulicas pueden entregar durante la sequía. “Esto se traslada en oferta y precios muy volátiles”, dice el documento.
Además, recalca que los protocolos de operador independiente de sistema y de transmisión no están preparados para gestionar miles de transacciones individuales en el nivel de distribución, integrarlas y permitir su monetización.
Por último, “la regulación es tan fuerte como la autoridad de defensa de la competencia que la respalde, pero el seguimiento del desempeño del mercado mayorista no se realiza sistemáticamente por parte de la autoridad competente”, indica el texto.
Más adelante, el documento resalta que Colombia debe ponerse al día con numerosos países de la región en la promoción del ingreso competitivo de parques de Fuentes no Convencionales de Energía Renovable (Fncer) con mecanismos competitivos. El esquema de subsidios también es cuestionado en el diagnóstico, al indicar que el 81% de los usuarios recibe la ayuda que requirieron. Estos recursos fueron por $2,4 billones en el 2017 y se proyecta que para los próximos cuatro años serán $8,5 billones.
“Los subsidios han venido creciendo en parte porque el sistema de estratificación incluye a hogares que ya no son pobres”, enfatiza el contenido del texto.
Otro de los puntos que llama la atención es el relacionado con las limitaciones en los sistemas de financiación. “Hay esquemas con diversas reglamentaciones para un mismo propósito, no se examina la sostenibilidad de las soluciones, y todavía no se contempla el uso de alianzas público-privadas para atraer operadores privados”, indica el diagnóstico presentado por el DNP.
Finalmente, subraya que el sector ha venido trabajando en el desarrollo de estrategias para lograr una gestión eficiente de la energía, por parte de los usuarios como fórmula para reducir la intensidad energética de la canasta actual, en la cual el sector transporte representa el 39,8% del consumo total, seguido por el sector industrial con un consumo del 26,39%.
En el sector residencial, subraya el documento del DNP, aunque consume el 16%, presenta oportunidades de mejora en gestión eficiente, mediante la sustitución del uso de energéticos, como la leña, y el cambio de equipos por otros de mayor eficiencia, como el GLP.
FUENTE: PORTAFOLIO