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    El abanico de negocios que se espera con los carros eléctricos

    La producción de vehículos, como se experimenta con un prototipo eléctrico de bus del sistema Mío en Cali, así como la posibilidad de que el Sena y otros centros educativos desarrollen programas de formación académica (especializaciones, posgrados) para emprendedores que quieran incursionar en tecnologías cero emisiones, son apenas dos potenciales alternativas de negocios derivadas de la industria de la movilidad eléctrica en el país.

    Expertos consultados sostienen que también se ven oportunidades en el posconsumo de baterías de litio, puesto que en el país no existe un sector que se ocupe de su gestión y tratamiento medioambiental, lo cual obliga a reexportarlas para ese proceso, dice Juliana Rico Ospina, directora ejecutiva de la Cámara de la Industria Automotriz de la Andi.

    Otros frentes que se abren están por el lado de la infraestructura, con el tendido de nuevas redes eléctricas, pues si bien el segmento de vehículos híbridos y eléctricos aún es pequeño en Colombia, a medida que crezca se necesitará un mayor número de electrolineras y zonas de recargas, advierte, por su parte, Eduardo Visbal, vicepresidente de Comercio Exterior de Fenalco Nacional.

    Apuestas como esas se están haciendo desde ya, a pesar de que el mercado de estos vehículos apenas se está desarrollando.

    Quienes se mueven en este segmento ven un futuro prometedor no solo para este tipo de autos, en particular, sino para otras industrias que giran en torno a este negocio en crecimiento.

    En Colombia, el parque automotor de esta clase de autos tan solo llega a las 5.425 unidades, de acuerdo con el Registro Único Nacional de Transporte (Runt). Pero la meta es llegar a 600.000 unidades al 2030, según el Gobierno.

    Tanto empresarios como comerciantes destacan la acogida y el rápido crecimiento que tiene este mercado, en parte por el menor impacto en el medio ambiente, pues son vehículos con baja o cero emisión de gases contaminantes, así como por los beneficios tributarios para quienes invierten en esta tecnología.

    Se estima que este año se venderán cerca de 1.000 unidades nuevas –entre híbridos y eléctricos– de un promedio de 500 autos que han ingresado al país desde el 2010, dice la directiva de la Andi.

    Entre enero y abril de este año, solo los vehículos híbridos tuvieron un repunte del 515,4 por ciento, mientras que los eléctricos crecieron a un ritmo de 195,5 por ciento, lo que hace pensar que es un segmento con mucho potencial futuro, incluso, para otros emprendimientos que surgen de esta nueva tecnología vehicular, dice el experto de Fenalco.

    Visbal advierte, no obstante, que esta nueva industria requiere mayor impulso porque en las energías limpias está el futuro, y si se quiere mejorar la calidad del aire, se necesitan incentivos.

    En su opinión, los beneficios tributarios para los vehículos eléctricos en el país, por ejemplo, deberían extenderse a quienes tienen grandes flotas de vehículos para lograr un mayor impacto en el aire.

    Lo otro que se necesita –dice– es una política más allá del 2027, porque hacer vehículos de esas características requiere grandes inversiones, nuevos equipamientos para trabajar, y 10 años no es un largo plazo para el esfuerzo que se requiere.

    Algo en lo que coincide Juliana Rico, directiva de la Andi, para quien la apuesta debe ser por una canasta energética diversa donde los vehículos eléctricos e híbridos tengan mayor promoción para elevar sus ventas en el país.

    “La mayor contaminación del aire proviene de camiones con más de 25 años de vida y de los sistemas masivos (buses). Hay que renovar ese parque automotor por tecnologías más limpias. Esto debe ser una obligación para las grandes ciudades”, afirma.

    FUENTE: EL TIEMPO

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