El mundo viene en una constante búsqueda por generar recursos que enriquezcan a la sociedad en términos de desarrollo y en lo posible, un desarrollo sostenible del que tanto se habla por estos días. Es ahí donde entra el concepto de energías renovables, que no es más que la generación de energía a partir de recursos naturales inagotables. Al respecto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), concibe a aquellos países que hacen parte de la región Caribe con un potencial considerable de desarrollo con respecto a las fuentes de energía renovables. Lo anterior se traduce en una oportunidad importante para la región, siendo el camino para la competitividad y la mitigación de los impactos ambientales producto de la industria.
María Fernanda Suárez, ministra de Minas y Energía, explicó que en el caso de la región Caribe colombiana, al tener importantes indicadores de aire y sol, le permite tener un alto potencial para el desarrollo de las energías renovables no convencionales. Adicional a ello, precisó que el Caribe “tiene la oportunidad de ser un gran generador de energía. Eso puede cambiar la dinámica de proyectos y esto va a generar durante este periodo de gobierno unas oportunidades de empleo importantes”.
Cabe señalar que dentro de las políticas del Gobierno actual, a partir de la subasta del cargo por confiabilidad que se hizo en febrero, en la que se adjudicaron 1.398 megavarios de energías renovables: seis proyectos eólicos se quedaron en La Guajira y dos proyectos solares en Cesar. El Ministerio prevé con la nueva subasta que se realizará en octubre, tener entre 8% y 10% de esas fuentes renovables.
“Toda la canasta energética es importante y sigue siendo importante. Los renovables sí van a ganar un espacio en la matriz de energía. Como ustedes ven , exportamos crudo y carbón, pero no energía hídrica, ni gas. Todo el gas que producimos lo consumimos”, enfatizó Suárez.
El BID es claro al mencionar que los costos operativos de la energía renovable son menores en comparación con los combustibles fósiles, y podrían reducir los precios globales en la región. Por ende, el Caribe debe seguir por la senda del crecimiento impulsando el apoyo a las energías alternativas, de tal manera que fomente la competitividad en la región.
FUENTE: LA REPÚBLICA