Como parte de su compromiso en el COP21 y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la meta de Colombia es reducir 66,5 millones de toneladas de dióxido de carbono, que equivale a 20% del total de emisiones a 2030, pues aunque el país tan solo aporta 0,42% de la emisión global de CO2, es uno de los más vulnerables al cambio climático.
Para lograr este objetivo, el Gobierno ha señalado que esta reducción se logrará por medio del aumento de la eficiencia energética, la diversificación de la matriz energética y el desarrollo de sistemas de medición para establecer los avances y en lo que se debe trabajar.
Como reducir el impacto en el cambio climático no es responsabilidad exclusiva de los gobernantes de turno y de las acciones de las comunidades, desde la empresa privada también se está realizando estrategias en este sentido. Esto no solamente ha llevado a ahorros energéticos, que pueden ser de hasta 30%, sino que también ha tenido beneficios económicos.
Paola Herrera, coordinadora de la línea de Energía Sostenible de la Corporación Ambiental Empresarial (Caem), filial de la Cámara de Comercio de Bogotá que ha implementado proyectos que promueven la eficiencia energética de las empresas colombianas, señaló que con solo llevar el control de los indicadores energéticos y de su consumo con buenas prácticas, una empresa puede ahorrar entre 3% a 5% de la energía.
“Así mismo, cuando una compañía implementa mecanismos de monitoreo, proyectos de eficiencia energética, automatización y control, variadores de velocidad, entre otros, puede ahorrar en el consumo energético entre 8% a 15%”, dijo.
La coordinadora también mencionó que si una empresa remplaza equipos de mayor nivel como hornos y calderas u optimiza la recirculación de gases de producción, puede ahorrar entre 25% a 30% del consumo energético, incluso más, dependiendo de la industria.
“Además, con la implementación de mejoras en el consumo energético, las compañías pueden reducir aproximadamente entre 50% y 70% de las emisiones de Gases Efecto Invernadero que generan sus operaciones, sobre todo aquellas que dependen de combustibles fósiles”, agregó Herrera.
La empresa de electrodomésticos Challenger es una de las que trabaja en ser más sostenible, ya que desde 2012 inició un programa para aumentar la eficiencia de su consumo energético. Para eso, han invertido alrededor de $1.200 millones en maquinaria, tecnología y en la construcción de un parque solar que se podría ampliar.
Wilson Urbina, analista profesional en el área de Eficiencia Energética de Challenger, dijo que el plan de la empresa se ha enfocado en mejorar la capacidad de los motores de la maquinaria, en cambiar la iluminación de las plantas a tecnología LED y a adecuar las máquinas para hacer uso de la energía térmica en los procesos.
“Al aprovechar la energía térmica, hemos reducido 20% o 30% de la energía que se necesita para el funcionamiento de las máquinas. Además, con la entrada en funcionamiento de la planta solar, hemos tenido una reducción de cerca de 10% en una de las plantas”, señaló.
El analista también explicó que, desde que inició el programa hasta la fecha, han tenido ahorros por $2.000 millones, lo que también ha tenido un impacto en los bolsillos de los clientes de la marca, pues al reducir los costos de producción de un electrodoméstico, se ha reducido el valor final para los consumidores.
Otra empresa que también ha estado trabajando en hacer más sostenible su consumo energético es Popsy, que inició este proceso en 2017 con la medición de su consumo.
Julieth Vargas, jefe de Health, Security and Environment en la empresa de helados, explicó que en ese entonces se encontró que el consumo de energía de la compañía se divide en eléctrico y térmico. El primero se explica por los cuartos fríos y el segundo por la caldera.
“Se realizó una inversión de $164,59 millones en cambios de tecnología para que la caldera fuera más eficiente”, dijo.
Vargas también mencionó que actualmente Popsy está trabajando en una intervención en las puertas de los cuartos fríos para mejorar la eficiencia del sistema disminuyendo pérdidas de frío.
La empresa de materiales de construcción FiberGlass Isover, del grupo francés Saint-Gobain, es otra de las que ha incorporado en sus procesos la aislación térmica, lo que les permite ser más eficientes.
Óscar Boada, gerente industrial de la compañía, destacó que están invirtiendo más de US$3 millones en hacer más sostenibles sus consumos energéticos en sus plantas industriales, lo que los ha llevado a ahorros de cerca de 10% de energía.
“No solamente somos conscientes de lo que debemos hacer para reducir nuestras emisiones de CO2, sino que por nuestros productos somos líderes en aislamiento sostenible”, dijo Boada, a lo que agregó que hacen amplias campañas de comunicación que incentivan el ahorro de energía.
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Además, el gerente industrial aseguró que los ahorros en dinero que obtiene la empresa por ser más eficiente energéticamente los invierte en el mejoramiento del proceso y en continuas capacitaciones a los empleados para garantizar la sostenibilidad del consumo.
A pesar de estos avances y esfuerzos, desde Caem señalan que en el país aún no existen organizaciones especializadas en temas energéticos que le faciliten a las Pyme el acceso a asesorías y proyectos focalizados en la gestión eficiente y sostenible de la energía.
Recomendaciones para mejorar la gestión de energía en el territorio
De acuerdo con Caem, para mejorar la gestión y la sostenibilidad de la energía en Colombia, las empresas deben conocer sus indicadores energéticos, pues esto contribuye a que la utilicen de la mejor manera posible. También deben adoptar una cultura energética, pues así pueden optimizar sus operaciones. Se recomienda gestionar la energía con sistemas automatizados y promover una transformación empresarial hacia la energía sostenible. Para esto se sugiere diversificar aún más la matriz energética.