Con el propósito de reducir la contaminación ambiental y ofrecer una alternativa para mejorar la calidad de vida 

de los campesinos, dos docentes investigadoras de la Universidad Santo Tomás de Bucaramanga trabajan en una investigación que pretende aprovechar los residuos agroindustriales para generar energía (gas y energía eléctrica).

 

El proyecto, financiado por Colciencias y las Universidades Santo Tomás, Cooperativa de Colombia y EAN, busca aplicar el concepto de biorefinería, que consiste en tomar la materia orgánica de origen vegetal y animal para la obtención de biocombustibles, subproductos químicos y otros materiales.

 

La docente investigadora de la Facultad de Química Ambiental de la Santo Tomás, Olga Lucía Bayona Ayala, explicó que los materiales (biomasas) seleccionados para el trabajo investigativo son el estiércol de cerdo y los residuos de cacao y café, teniendo en cuenta la alta producción de estos en Santander.

 

Una vez seleccionados los materiales, lo que actualmente se hace es la caracterización de esas materias primas, es decir, saber cómo están compuestos los estiércoles y las biomasas para establecer un potencial de uso para ellas.

“Necesitamos conocer su composición en porcentajes de azúcares y que los equipos para las pruebas sean óptimos, de tal manera que podamos definir si estas biomasas tienen el potencial para entrar en el proceso”, explicó Bayona Ayala.

Para este trabajo, indicó la también docente investigadora Angélica María Candela Soto, se desarrollará un prototipo de reactores de bajo costo que beneficien al sector agroindustrial y a campesinos, para que los instalen y lo que cada uno produzca se aproveche para la generación de energía.

 

Esto beneficiaría a quienes tienen difícil acceso al servicio de gas o energía eléctrica, y mejoraría su calidad de vida

 

La docente añadió que, si bien ya se definieron unos materiales para trabajar, la técnica de la biorrefinería puede aplicarse a cualquier tipo de biomasa como residuos de restaurantes o de plazas de mercado, a las cuales se les deben aplicar los análisis para obtener su potencial.

 

La investigación se desarrolla con talento santandereano

 

El trabajo investigativo, que tiene un costo de 850 millones de pesos y tendrá una duración de tres años, es colaborativo entre tres universidades de Santander y Bogotá, en el que la mayoría de profesionales son santandereanos.

Según explicó la docente Olga Lucía Bayona Ayala, en Bogotá se desarrolla un trabajo y envían muestras a Bucaramanga para hacer la caracterización. “En reactores a escala de laboratorio hacen simulaciones y optimización de los procesos y según los resultados acordamos las condiciones ideales y operacionales que se ajusten a una escala real, para llevar el prototipo a la finca de la Universidad”.

 

Este trabajo les aporta a los estudiantes de pregrado, maestría y doctorado. El reactor piloto se instalará en la finca El Limonal de la Universidad Santo Tomás.

 

Fuente: http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/buscan-convertir-los-residuos-agroindustriales-en-energia-67074