Tras la compra de la mayoría accionaria de Isagen por parte de Brookfield, Canadá se convirtió en la nación que más inversión extranjera directa llevó a Colombia en 2016. Hoy, tres años después, este país se consolida como un actor clave en el mercado de fusiones y adquisiciones colombiano. De las 51 operaciones que han sido catalogadas como no confidenciales, y que por ende se ha podido acceder a la información de sus montos, se destaca que Canadá aportó 15% del capital invertido a través de este medio.
Mientras Estados Unidos, con 28 operaciones, suma US$243 millones; Canadá, con 12 transacciones, llegó a los US$845 millones, según los datos registrados por Transactional Track Record a septiembre de este año. Así las cosas, 2019 está superando con creces la participación de capital canadiense en este tipo de transacciones en Colombia. Sólo en los primeros nueve meses de este año, el monto ya supera en 30% el total destinado por Canadá a fusiones y adquisiciones en Colombia durante 2018.
“Teniendo en cuenta el contexto político y socioeconómico que está viviendo América Latina, es importante destacar que el mercado de fusiones y adquisiciones sigue creciendo. Colombia es uno de los destinos más atractivos. Los sectores que más movimiento y participación han tenido en Colombia son los relacionados con servicios financieros y de seguros, infraestructura y energía. En este último, Canadá sigue con un fuerte protagonismo”, explicó Felipe Escallón, líder de Fusiones y Adquisiciones de Marsh para Colombia y consultor senior para Latinoamérica.
Precisamente, el aumento en el monto de las transacciones hechas con capital canadiense este año está explicado por la venta de la Empresa de Energía de Boyacá (Ebsa), negocio que ascendió a US$793 millones y que fue hecho entre dos firmas que tienen su origen en este país. La operación consistió en la venta del 99% de las acciones que tenía Brookfield Colombia en dicha empresa a Northland Power, compañía listada en la bolsa de Toronto.
Para la canadiense Northland Power, con más de 33 años de experiencia en la industria energética, la compra de Ebsa marcó su debut en el mercado colombiano. El sector de energía, que cada vez atrae más a los inversionistas de esta parte del mundo, está siendo apoyado por el sistema financiero, un actor clave en la estructuración y la viabilidad de los proyectos. Por esta razón Scotiabank, que ya tiene amplia presencia los países de la Alianza del Pacífico, también le ha apostado a la especialización en el sector energético y permanentemente está desarrollando estudios y análisis sobre la región a fin de identificar opciones de inversión en países como Colombia.
“En un contexto de mercados emergentes, invertir en muchos países de América Latina ofrece un balance entre riesgo y recompensa muy ventajoso, porque el riesgo en la actualidad es relativamente bajo. En Colombia, ha habido intangibilidad de contratos desde que yo tengo memoria y hemos sido testigos de la implementación de muchas políticas propicias para la inversión a nivel de toda la región”. Señaló recientemente Moncef Attia, director ejecutivo de la Banca de Inversión Global - Energía de Scotiabank.
Si a este hecho se suma la alta posibilidad de que en el corto plazo Canadá ingrese a la Alianza del Pacífico, el apetito por invertir y adquirir empresas en Colombia sería mayor.
El potencial, más allá del mercado energético, se extiende a otros, como la banca, el sector de infraestructura, y por supuesto el cannabis medicinal, donde este año también se han realizado fusiones importantes entre empresas que tienen operación en Colombia.
FUENTE: LA REPÚBLICA