El nuevo presidente de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) Corporación, Jorge Cordero, afirma que la administración del MAS tomó malas decisiones al encarar proyectos millonarios innecesarios, como el tendido de redes a Argentina para exportar electricidad sin tener, previamente, un contrato de venta firmado, además de ejecutar obras sin previa planificación técnica ni económica.
Ahora se debe encarar la fiscalización y conclusión de estos proyectos, y pagar préstamos millonarios al Banco Central de Bolivia (BCB).
El ejecutivo también ha solicitado a la Contraloría General del Estado auditar este proyecto, además de la construcción de las hidroeléctricas Ivirizu (Cochabamba) y Miguillas (La Paz). Entre todos suman 735 millones de dólares.
- ¿Qué pasará con la exportación de electricidad a Argentina?
-El tendido de la línea se había realizado pensando en que nuestros precios serían más baratos que el argentino. Como allá tienen un mercado de competencia, supusieron que nuestra energía podía competir y venderse. Hoy los precios de energía argentina están mucho más bajos que en Bolivia, y con un precio más bajo no se puede competir. En Argentina el precio de un millar de pies cúbicos de gas para generar energía estaba a un dólar y nosotros para el mercado interno pagamos 1,30 dólares.
Argentina es un mercado cambiante, no como acá con un precio fijo. Entonces, podría subir el gas y cuando eso suceda debemos estar con la línea concluida para aprovechar porque ya hemos hecho una inversión en generación y transporte. Falta un 20 por ciento para concluir la línea.
-¿Qué pasará con el proyecto?
- Hay que terminarlo, de todas formas porque si bien hoy los precios no son convenientes puede ser que en el futuro se invierta la relación. En este caso podríamos exportar. La línea debe estar lista en el momento que se necesite. Los recursos deben completarse. No podemos dejar ese proyecto a medias, eso sería peor. Allá corren costos cuando se deja una línea a medias. Hay que pagar recargos. A estas alturas no hay apuro en terminar porque no tenemos opciones de vender esa energía. Hay que esperar a que el precio de Argentina sea más alto que el nuestro.
-¿Las diferencias políticas pueden ser un obstáculo para concretar la exportación de electricidad?
- No, para nada. Éste es un tema técnico y económico, principalmente económico. Si hoy el precio estuviera más alto, empezaríamos a exportar. Vendemos gas a Argentina a 5 dólares por millar de pies cúbicos. ¿Es más rentable vender gas que electricidad? En este momento, claro que sí.
-¿Hay irregularidades en el proyecto?
- Hemos pedido a la Contraloría que revise todo este proyecto. Seguramente ellos van a investigar y ver si se ha seguido la lógica para exportar. No creo que sea rápido, tomará su tiempo, pero algún día vamos a saber qué es lo que ha pasado ahí. Yo creo que la Contraloría va a encontrar esas irregularidades si es que ha habido.
-¿Cómo el MAS se anima a tender redes sin tener una venta segura?
-Cuando se habla de proyectos de exportación, el país que vende debe exigir un contrato al comprador para poder realizar obras y vender, inclusive con precio. En este caso, con Argentina, en mi opinión debía haberse firmado un contrato con un precio y cantidades fijas y con eso recién construir las obras y vender. Eso no pasó. Aquí simplemente dijeron pongamos una planta y hagamos una línea para ir a competir.
-¿Considera viable el acuerdo de intenciones firmado por el MAS para vender electricidad a Brasil?
-Yo lo veo muy difícil porque los volúmenes de gas del país ya no son tan grandes como se pensaba para viabilizar un proyecto de exportación. Para exportación, tenemos que empezar de cero, asegurarnos de que tenemos gas y tener contratos previamente suscritos, donde todo esté previamente acordado y eso toma mucho tiempo. Para exportar a Brasil se requieren de grandes centrales hidroeléctricas porque las térmicas consumen gas natural y eso depende de la cantidad de gas natural que tiene el país y con los precios de exportación. Ahora tenemos, creo yo, que andar con pies de plomo con la experiencia que hemos tenido con Argentina. En algunos casos es mucho más conveniente vender el gas natural, es el caso de Argentina por ejemplo.
-¿Por qué se pide una auditoría al proyecto de construcción de la hidroeléctrica Ivirizu?, ¿hay indicios de irregularidades?
-Hay dos proyectos que se están auditando: Migillas (La Paz) e Iviruzu (Cochabamba). Ambos se iniciaron en la gestión anterior después de muchos problemas, y lo que observamos es que no responden a una planificación técnica y económica. Esos proyectos se han encarado con una simple disposición gerencial. En el sector eléctrico, de cualquier país, para hacer un proyecto tiene que haber planificación que demuestre que ese proyecto es el mejor para cumplir la demanda siguiente. Aquí no hay ningún plan que diga los motivos por los cuales se ejecutaron proyectos. Repito, no hay una planificación técnica ni económica que nos diga que ese es el mejor proyecto para el país. Yo estuve en ENDE (antes de que ingrese el MAS) y en cada obra teníamos que demostrar que era la mejor opción en el momento. Acá no hay eso, y eso llama mucho la atención. Es una regla general de que las obras se justifican debidamente.
-¿Hay daño económico?
-Hay consecuencias millonarias porque vamos a tener mucho más potencia de la que podamos consumir, tenemos para dos Bolivias. No era necesaria esta hidroeléctrica, por los menos no en la magnitud que la han hecho, con ciclos combinados. Fue una muy mala decisión empresarial encarar ese tipo de inversiones. El Banco Central de Bolivia en esos años tenía mucho dinero y salió de ahí muy fácilmente. (A futuro) vamos a tener plantas paradas, con energía que no vamos a usar. Es como si usted comprara un bus de 40 pasajeros para llevar a su hijo al colegio, le cuesta mucho más. ENDE va a tener que enfrentar, y espero que supere, esa crisis que se viene porque los costos van a ser muy altos. Además, hay que pagar la deuda y préstamo de dinero al Banco Central y si las empresas no generan ni venden energía con seguridad habrá dificultades. Ahora, estamos trabajando en ese sentido: dar soluciones que minimicen el daño. La principal perjudicada es ENDE.
-¿El proceso de licitación fue transparente?
-No puedo decir qué tan transparente fue ese proceso. Justamente ese es uno de los temas que queremos aclarar con la Contraloría.
-¿Qué alternativas tiene Bolivia para colocar sus excedentes de energía eléctrica?
- Primero se tiene que atender al país y el excedente se debe vender. Hoy hay un gran excedente que se puede vender, pero eso implica que el exterior quiera comprar, que se construyan líneas de trasmisión, eso demora dos o tres años y mucho presupuesto. Pero con el tiempo la sobreoferta disminuye porque la demanda crece. Va a llegar el tiempo en el que vamos a necesitar esa energía y ya no vamos tener que exportar. No podemos hacer una línea de transmisión a Brasil para vender sólo unos 10 años.
FUENTE: LOS TIEMPOS