El Grupo Energía Bogotá (GEB), una multilatina del sector energético con 125 años de historia está implementando tecnologías de última generación para todos su procesos y operaciones, con el fin de ser más eficiente, mejorar la calidad en la prestación del servicio y disminuir impactos en el medio ambiente.
En Colombia, Perú, Brasil y Guatemala, el Grupo Energía Bogotá ha implementado el uso de esta tecnología para mitigar impactos en el medio ambiente.
Uno de esos instrumentos tecnológicos que está implementando en los países en los que opera, Colombia, Guatemala, Perú y Brasil, son las aeronaves no tripuladas –más conocidas como drones–, para realizar tareas de inspección y mantenimiento en los activos en operación y en el tendido de líneas de transmisión.
El GEB es una de las compañías líderes en el sector. En Colombia, con Transmisión tiene en operación 1.590 kilómetros y va a construir más de 2.300 kilómetros de líneas, razón por la cual el uso de drones es fundamental para supervisar estas redes. En Brasil, con Argo y Gebbras, tiene alrededor de 2.500 kilómetros de redes de transmisión, mientras que, en Perú, en asocio con Interconexión Eléctrica S.A. (ISA), es número uno en transmisión de energía.
En Guatemala, Transportadora de Energía de Centroamérica (Trecsa) –filial del GEB, construye actualmente el Plan de Expansión del Sistema de Transporte de Energía (PET)– el proyecto energético más importante de Centroamérica. En este país ha realizado diversas acciones para optimizar los trazados de las redes y evitar daños al ambiente y a los recursos naturales.
En 2017 surgió allí la iniciativa de replantear los procesos constructivos, incorporar nuevas tecnologías y fortalecer el enfoque de prevención y reducción de impactos ambientales, lo que derivó en la implementación del proyecto ‘Aprovechamiento forestal de alta precisión y tendido con dron en líneas de alta tensión, para la reducción de afectación a la cobertura forestal dentro de los proyectos de Trecsa’.
Mauricio Acevedo, gerente General de Trecsa, afirma que desde ese mismo año la empresa empezó a utilizar drones, reduciendo el despeje de árboles para movimiento de personas y maquinaria. A la fecha, esta tecnología se usa en 59,75 hectáreas.
Esto ayuda a reducir el impacto en la cobertura forestal, logrando que el proceso sea más eficiente (menor tiempo, optimizando el uso de recursos) e impactando en menor grado a las especies de flora y fauna. Además, se reduce el riesgo de erosión de los suelos y también se mejora la captación e infiltración de agua para los mantos freáticos.
“Hemos logrado conservar 32,2 hectáreas de bosque durante la ejecución del PET, lo que representa más del 50% de las hectáreas intervenidas del 2017 al 2019, demostrando que la conservación de la naturaleza no debe reñir con el avance tecnológico”, afirma Acevedo. Adicionalmente, el personal de Trecsa realiza monitoreos, controles y seguimientos ambientales para determinar la cobertura forestal dentro del área de construcción del PET, utilizando satélites de la Agencia Espacial Europea, que genera información para mejorar la toma de decisiones en el uso del suelo.
Pruebas exitosas en Colombia
En Colombia, Transmisión, compañía del GEB, también está empleando aeronaves no tripuladas para efectuar tareas de inspección y mantenimiento y tendido de cables. Fredy Zuleta, gerente de Transmisión, dice que este es un cambio organizacional en el que las personas, el modelo de negocio y los procesos ven a la tecnología como una herramienta para generar valor.
Desde 2018 la compañía realizó un piloto –que culminó el año pasado– para que los drones apoyaran las inspecciones civiles, de servidumbre, electromecánicas y silviculturales (bosques y montes). Se revisaron 79.000 metros de líneas de transmisión de 230 kilovoltios en todo el país, cumpliendo la estrategia de mantenimiento de Transmisión.
Los resultados del piloto fueron exitosos en términos de eficiencia de las inspecciones visuales de la infraestructura –con el dron son más rápidas y certeras– en la reducción de impactos en el ecosistema, en la consulta ágil de la información técnica e incluso en la reducción de riesgos de accidentes de los colaboradores.
La compañía continuará con esta tecnología porque está dando buenos resultados en eficiencia y rendimiento, maneja información en tiempo real y de manera digitalizada y ayuda a tener alertas tempranas de mantenimiento en lugares de difícil acceso.
Tendiendo cables
En Brasil, con su filial Gebbras, que tiene en operación 1.094 kilómetros de líneas de transmisión, ya se están dando los primeros pasos para la implementación de drones en los diferentes procesos.
Antonio Costa, gerente de Operaciones de Gebbras dice que a finales de 2020 la compañía adquirió un dron con las homologaciones exigidas por los organismos reguladores de ese país y que las personas que se encargarán de la operación de la aeronave ya empezaron su ciclo de capacitación en la subestación Trinidad.
“La intención futura con este proyecto es poder automatizar vuelos y capturar imágenes para inspecciones en líneas de transmisión, así como realizar el análisis de las imágenes a través de inteligencia artificial de forma automática”, dice Costa.
En la prueba piloto el dron hizo tomas y arrojo informes termográficos, visuales, sobre altura de la vegetación y sobre irregularidades en la línea.