Según nuevos datos de ABSOLAR, hay actualmente más de 37.000 sistemas fotovoltaicos de generación distribuida conectados a la red eléctrica del país, cuya potencia total asciende a más de 350 MW. El fuerte crecimiento de los últimos dos años está empezando a preocupar las grandes distribuidoras, que piden ahora una modificación de las reglas. Según ABSOLAR, sin embargo, las reglas actuales no perjudican los ingresos de dichas empresas.
Los sistemas fotovoltaicos instalados en Brasil bajo el esquema de medición neta han alcanzado una potencia total de aproximadamente 350 MW, según informa la asociación brasileña en un comunicado.
Según las estadísticas oficiales del Ministerio de Energía y Minas (MEM) de Brasil, a finales de junio dicha potencia era de 296 MW, lo cual significa que más de 50 MW se han instalado en los últimos cuatro meses. Según había revelado en agosto la consultora local Greener, por otra parte, 2018 podría llegar a ser un año record para la generación distribuida de fuente solar en Brasil, ya que en la primera mitad de este año las nuevas instalaciones alcanzaron más de 126 MW, un volume que ya excede todo lo que se instaló en 2017.
Aunque la capacidad actual tampoco llegue a un quinto de toda la potencia fotovoltaica instalada en el país, que es de 1,6 GW, según ABSOLAR la solar residencial, comercial e industrial sobre cubierta empieza a incomodar a grandes grupos económicos, tradicionales y conservadores en el sector eléctrico.
En particular, la generación distribuida está empezando a preocupar las grandes distribuidoras, que piden ahora una modificación de las reglas. Según ABSOLAR, de hecho, la intención de las distribuidoras es cambiar las reglas, para que los consumidores con generación distribuida paguen más por las redes de distribución, bajo la alegación de que el impacto arancelario de supuestos subsidios cruzados sería del 0,1 % para cada 50 mil unidades consumidoras.
La razón de los cambios pedidos por las distribuidoras, en realidad, es financiera, dijo ABSOLAR en su comunicado. “Al empoderar a los consumidores, haciéndolos productores activos de su propia energía renovable y más independientes, la generación distribuida solar fotovoltaica amenaza los ingresos y ganancias de las distribuidoras que no se adaptan a la nueva realidad del mercado,” se puede leer en el comunicado. La asociación cita datos de Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) que indican que la reducción de ingresos medios para las distribuidoras, con el crecimiento de la generación distribuida a 150 mil unidades consumidoras para 2020, sería inferior al 0,1 % y que impacto medio en las tarifas de los consumidores sería de menos del 1 %, considerando todo el acumulado en el período de 2015 a 2020. “Los valores son irrisorios cuando se comparan con los reajustes tarifarios cobrados anualmente de los consumidores por las distribuidoras,” subrayó ABSOLAR. Además, según la entidad, el año pasado el reajuste medio anual de las tarifas de las distribuidoras fue superior al 10 %, frente a una inflación del 2,95 %. “Para 2018, la previsión es aún peor: el aumento se situará entre el 10 % y el 15 % en promedio, pesando en el bolsillo de la sociedad brasileña,” agregó.
“Cada consumidor con generación distribuida ya paga por el costo de disponibilidad de la red de distribución,” también dijo ABSOLAR.
FUENTE: PV MAGAZINE