El País ya trazó la hoja de ruta en su camino para lograr la llamada transición energética, y la meta es pasar de los cerca de 50 megavatios (MW) de capacidad instalada en fuentes renovables a 1.500 MW. Esto representaría entre el 9% y el 10% del total de la matriz energética a mediano plazo.
El diálogo con Portafolio, María Fernanda Suárez, ministra de Minas y Energía no dudó en señalar que la idea es cada vez más crezca el porcentaje de participación de las energías renovables en la matriz energética.
Reiteró que este 10% es considerable, ya que países que comenzaron la transición hace cinco años hoy están en máximo el 20% con renovables.
“La coyuntura es perfecto para su incursión ya que el mercado es muy incipiente. El Gobierno ha trazado una línea en el Plan Nacional de Desarrollo para toda esta agenda regulatoria, con el fin de que este programa de transición energética marche con luz verde”, dijo la jefe de la cartera minero-energética.
¿Qué viene para el sector energético luego de la emergencia de Hidroituango?
El Gobierno Nacional está monitoreando constantemente la evolución del proyecto. Pero, debemos asegurar que ante cualquier escenario los colombianos van a contar con suficiente energía para poder atender la demanda en el territorio nacional.
¿El país presentaría un déficit de energía si Hidroituango no entra a finales del 2021?
Estamos trabajando con esa incertidumbre porque, aunque la administración de EPM ha presentado un cronograma, al diseñar nuestros programas de expansión estamos conscientes de este panorama. Y estos planes de expansión van a contribuir a mitigar esos escenarios de incertidumbre. Debemos tener esto en cuenta hasta que el proyecto tenga un cronograma certero después de que se acceda a casa de máquinas.
¿EPM ofrece garantía para entrada de Hidroituango?
La administración de EPM puso sobre la mesa garantías para ofrecer energía en firme a finales del 2021. Esta información es la que tiene el Ministerio, es decir los cronogramas que entregan los generadores, así como las garantías financieras que deben poner.
EPM ofreció garantías por US$60 millones como la carta a demostrar que tienen todo un plan para poder entrar. Sin embargo, ante la incertidumbre hemos diseñado unos mecanismos de expansión del sistema que permitan al país estar preparado para enfrentar esta situación.
¿Cómo cambió el mapa de la operación en el sector?
En febrero se realizarán dos subastas de energía que contribuirán a que los escenarios de energía de cara al 2021 y 2022 sean más resilientes.
Hay una subasta de expansión, que es la subasta tradicional, programada para el 28 del citado mes y está otra que es la primera de nuestro programa de transición energética, y agendada para el día 26.
¿Las subastas de energía son la puerta de entrada hacia la transición energética?
Ante la vulnerabilidad que se podría presentar en el sistema por el fenómeno de ‘El Niño’, el momento es el pertinente para la entrada de las energías renovables. Según el Consejo Económico Mundial, Colombia tiene la sexta matriz de generación eléctrica más limpia del mundo.
Sin embargo somos uno de los 20 países más vulnerables al cambio climático, y es porque tenemos una concentración hídrica tan grande. Estos dos aspectos muestran la necesidad de diversificar y complementar nuestra generación eléctrica con otras fuentes, como son las renovables.
¿Las energías renovables son pieza clave en la transición energética?
Estas fuentes renovables alternativas generan mucha complementariedad y cuando hay fenómeno de ‘El Niño’, es cuando hay altos niveles de radiación y mayor fuerza en los vientos.
Ante los intensos veranos por este evento climático, una matriz más resiliente por la presencia de las fuentes renovables permitirán garantizar la energía en firme. La combinación de todos estos elementos hacen que sea una necesidad inminente la incorporación de fuentes solares y eólicas.
¿Los pagarés que propone la subasta del 26 de febrero son financieramente viables?
Hemos realizado todo un trabajo de estructurar el tipo de contrato que se requiere.
Este es voluntario en donde se estructuró el marco para que se una la oferta y la demanda. Son contratos a 12 años en los que quienes son los compradores, tienen que tener unas garantías con unos criterios financieros para que estos proyectos sean banqueables y del lado de los generadores, también tienen que ofrecer unas garantías financieras.
¿Cómo se estructuraron los contratos?
Esto ha sido un proceso en construcción permanente y en el que hemos tratado de capitalizar muchas de las lecciones aprendidas que han tenido los otros países en estos procesos.
Son contratos de largo plazo, que reconocen la intermitencia que tienen fuentes como el sol o el viento. Por esta razón serán convenios de energía media y no de energía constante como son los contratos de confiabilidad.
Una de las razones de llevar los contratos a 12 años en la subasta, es por el punto de equilibrio en el que muchos de esos proyectos lograban su cierre financiero.
HIDROELÉCTRICAS, MEJOR BATERÍA
“La centrales hidroeléctricas son la mejor batería porque un fenómeno de ‘El Niño’ lo que se hace es utilizar las fuentes renovables sol y viento en el día, y el agua por la noche. Esto genera una complementariedad, que es útil. Una de las analogías que hacen los expertos eléctricos es que la batería más grande que hay son las fuentes hidráulicas.
La matriz de generación hidroeléctrica de Colombia es una de las más limpias del mundo. Además de ser eficaz y efectiva garantiza el respaldo para atender la demanda. La clave es que sea complementaria con las fuentes renovables”.
FUENTE: EL TIEMPO