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    “La movilidad eléctrica no es el futuro, es el presente”

    Ricardo Restrepo es el gerente de proyectos de movilidad eléctrica de Auteco Mobility, la compañía colombiana que en 2016 incursionó en la venta de bicicletas y motocicletas eléctricas. En diálogo con El Espectador, el directivo habló sobre la experiencia de la ensambladora con este tipo de vehículos y su nueva apuesta por un transporte de carga cero emisiones.

    ¿Por qué decidieron incursionar en la movilidad eléctrica?

    Siempre hemos estado a la vanguardia en temas de tecnología. Revisamos qué está pasando en otros mercados y trabajamos de la mano con nuestros proveedores internacionales. Ese trabajo nos permitió observar que el mundo se estaba volcando hacia la movilidad eléctrica. Analizamos el mercado e investigamos qué soluciones podíamos entregar. En ese momento nos dimos cuenta de que la movilidad eléctrica no es el futuro, es el presente.

    ¿Cómo se prepararon para ofrecer estos vehículos en Colombia?

    Interiormente ha requerido que desarrollemos otras capacidades y conocimientos técnicos. Nuestros equipos siempre se capacitan con los proveedores, para entender y conocer los pormenores de los vehículos de manera correcta; eso nos va dando la posibilidad de ir mejorando constantemente los productos. Ha sido un camino de aprendizaje en el que la compañía ha creído, invertido y apostado.

    ¿Cómo ha sido su experiencia comercializando bicicletas y motos eléctricas?

    Hablamos de ser pioneros e incursionar en el mercado. No ha sido fácil; sin embargo, la compañía cree firmemente en la movilidad eléctrica y estamos apostándole a ello. Como líderes del mercado de combustión, creo que debemos ir marcando ese paso. Ha sido un camino difícil, pero poco a poco el mercado lo ha ido aceptando, pues la tecnología se ha ido conociendo gracias a un trabajo de comunicación, de explicarles a los usuarios eso qué es, desmitificar el tema de la movilidad eléctrica y mostrar por qué es buena. Creo que condiciones como las contingencias ambientales apoyan nuestro discurso. Ha sido un trabajo de concientizar y mostrar que existen otras alternativas.

    En el caso de los camiones eléctricos, ¿por qué una empresa debería adoptar estas tecnologías en sus flotas?

    Es un tema de ir concientizando y evangelizando al cliente. Sin embargo, para las empresas es importante, porque finalmente sabemos que los vehículos de transporte de carga son uno de los mayores emisores de gas y cada vez las compañías son más conscientes del impacto de sus operaciones. Para una empresa cuya operación de transporte es intensiva, esto se vuelve una alternativa limpia y viable para reducir emisiones.

    ¿Les genera algún beneficio en la productividad?

    Sí, en el sentido de que estos vehículos no tienen restricciones de circulación. Al ser 100 % eléctricos, no tienen medidas de pico y placa. Por ejemplo, durante las contingencias ambientales en ciudades como Medellín, estos camiones pueden transitar sin problema, lo que significa un aumento en la productividad. El activo de la empresa siempre está produciendo.

    ¿Cuáles son sus costos de operación?

    Varían según las características de la empresa. En general, son menores a los de los vehículos de combustión, debido a que el combustible, que es la electricidad, es más económico. También están los costos de mantenimiento, los cuales pueden llegar a ser menores por la cantidad de partes que tiene un camión, que por lo general son menores a las de un automóvil tradicional.

    ¿Cómo educan a los conductores y cuáles han sido sus comentarios sobre los camiones?

    Desarrollamos una capacitación específica para los conductores, una vez entregamos el camión para empezar a operar. Se les da un curso práctico donde se les explica cómo funciona el vehículo, cuáles son sus características y qué precauciones deben tener para el manejo y la carga.

    Hay comentarios positivos, porque al ser eléctrico no genera ruido y el motor no produce vibraciones, entonces los conductores dicen: “Uy, es que esto no se siente” o “manejar esto es muy bueno porque me siento más descansado”. Hasta en eso genera impacto, porque el conductor que está trabajando ocho horas diarias en carreteras y ciudades solo se monta, prende el aire acondicionado y conduce en un lugar de trabajo cómodo.

    Actualmente hay un debate sobre el potencial contaminante de las baterías de litio que propulsan los autos eléctricos, ¿cómo trabajan para mitigar este impacto ambiental?

    Este es un tema de discusión a nivel mundial. Nosotros, a través de nuestros proveedores, estamos al tanto de esas nuevas soluciones que vienen desarrollando. Hay una cosa muy importante con las baterías de litio de los vehículos y es que estas encuentran una segunda vida en aplicaciones como almacenamiento y back ups energéticos para empresas. Como representantes de marca, venimos trabajando en encontrar las mejores estrategias para enfrentar estas problemáticas.

    FUENTE: EL ESPECTADOR

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