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    Pequeñas hidroeléctricas en Colombia, ¿una idea que quedó grande?

    Hace 12 años Antioquia decidió apostarle a las Pequeñas Centrales Hidroeléctricas (PCH, plantas de generación de energía con capacidad menor a 20 megavatios) como opción para diversificar los ingresos del departamento que, en su mayoría, dependen de rentas que provienen del licores y loterías, pero el plan quedó en el papel.

    En 2008, cuando Luis Alfredo Ramos era gobernador, se creó Emgea (que luego cambió su nombre a Genmás, pues ya había una homónima), empresa que arrancó con un capital de $6.000 millones y cuyo propósito era echar a andar 31 proyectos de PCH.

    Sus accionistas son el Instituto para el Desarrollo de Antioquia, Idea, con (79,39 %) y la Gobernación de Antioquia (6,42 %). Pero además tienen participación algunas empresas afiliadas a la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI, con 14,19 %) y a la Sociedad Antioqueña de Ingenieros (SAI, con 0,009 %).

    En agosto de 2010 se inauguró la primera: Santa Rita, en el municipio de Andes, y el entonces gerente del Idea, Álvaro Vásquez Osorio, dijo que tenía siete proyectos casi listos para iniciar construcción: tres en Sonsón (Paloma 1 y 2, y Sirgua), Alejandría, Liborina, Barbosa y Briceño.

    Hoy, 12 años después, apenas tres pequeñas centrales están en operación, dos más —incluyendo la de Andes— están siendo sometidas a repotenciación y ninguna está en construcción. ¿Qué pasó?

    Los problemas

    Mauricio Tobón Franco, quien gerenció el Idea entre 2015 y 2018, explicó que aunque el proyecto de PCH se pensó como alternativa de diversificación de las finanzas departamentales, la crisis de Hidroituango pasó factura.

    “Con los recursos que se recibirían, el Idea iba a financiar más PCH en Antioquia, de acuerdo a las licencias que poseía Genmás. La contingencia obligó a abortar el proyecto de financiación”, señaló.

    Luis Oliverio Cárdenas, exgerente de Genmás (2015 - 2018) detalló que la empresa esperaba recibir el 35 % de las ventas futuras de energía de Hidroituango, (unos $350.000 millones de los $1,4 billones estimados), para pagar nuevos proyectos de energía. “Al no tener esos recursos, ¿de dónde más se saca plata? ¡Pues del Idea!, pero la generación de energía no es el único proyecto que la entidad tiene, entonces eso afectó el plan”, añadió.

    A eso se sumó que el negocio no es de corto plazo. Cárdenas puso como ejemplo la central de Alejandría para la que se hizo un crédito de $69.000 millones con la banca privada, con un acuerdo de pago por ocho años.

    “La fuente de ingresos de esta empresa es la generación de energía. Entonces tengo dos años de construcción y empiezo a generar, pero tengo ocho años de deuda por pagar. O sea que antes de 10 años no voy a tener ingresos, a menos que construya con plata propia”, precisó.

    Eso en parte explicaría por qué hasta hoy Genmás no ha dado ganancias. Pero hay que aclarar que la actual administración no ha divulgado los resultados de 2019, pues no han sido aprobados por la asamblea de accionistas.

    Inventario

    Juan Ignacio Ospina, gerente actual de Genmás, explicó que hoy la empresa opera las PCH Juan García, en jurisdicción de Liborina, en la que se invirtieron $43.000 millones y que tiene capacidad para 4,52 megavatios (MW); y la central San José de la Montaña, en el municipio homónimo, con inversión de $13.000 millones y capacidad de 1,5 MW. La empresa también es socia de Generadora Alejandría, en la que se invirtieron $120.000 millones, para una capacidad de 15 MW.

    A eso se suman dos pequeñas hidroeléctricas, en Abejorral y Andes, que se están repotenciando (ver recuadros).

    “Allí se hicieron inversiones que superan los $4.000 millones, para una potencia estimada de 3,0 MW y 1,3 MW respectivamente”, dijo.

    Julián Santiago Vásquez, gerente del Idea, explicó que a su llegada al cargo —hace apenas un mes— se encontró con 26 proyectos sobre la mesa, de los cuales seis ya tienen licencia ambiental, pero ninguno está en construcción.

    “Las PCH son una gran oportunidad de generación de ingresos para los municipios y el departamento, pero demandan una inversión importante de recursos”, dijo antes de aclarar que el gobierno de Antioquia, en cabeza de Aníbal Gaviria, aún no ha tomado una posición oficial sobre los proyectos y su prioridad, pues el tema está en evaluación.

    Proyectos que se avecinan

    Vásquez dijo que en la presente administración hay dos proyectos que lo llenan de optimismo: Penderisco I y II, ambos ubicados en Urrao.

    “De la fase I ya está la licencia y calculamos un costo de $150.000 millones para que entre en operación; es decir, unos 2,5 millones de dólares por MW”, declaró.

    Según reportes de Genmás, en 2019 se construyó la vía sustitutiva del proyecto, con una inversión de $5.900 millones. Se estima que las obras civiles tomen entre dos y tres años.

    Vásquez aclaró que no solo se están considerando las centrales y pequeñas centrales hidroeléctricas, sino otros modelos de generación como el eólico y el solar, para tratar de solucionar el abastecimiento a poblaciones que hoy no lo tienen, como Vigía del Fuerte y Murindó, ambas en Urabá.

    ¿Son un buen negocio?

    Santiago Ortega, docente universitario y director de innovación de Emergente Energía Sostenible, explicó que las pequeñas centrales son una alternativa rentable para la generación de energía porque no precisan de un embalse, sino que aprovechan la caída natural del agua (como cascadas en ríos o quebradas, por ejemplo) para el proceso hidráulico de generación. Eso se traduce en menores costos, tiempos de construcción e impactos ambientales.

    “El área que se interviene es menor porque solo se quita una parte del caudal al río en un tramo y luego se devuelve. Y por esa capacidad instalada que es constante (a diferencia del viento o el sol), puede producir hasta cuatro veces más energía que la tecnología solar”, reseñó Ortega.

    El gerente del Idea dijo que, además de ser un buen negocio, su atractivo pueden ser los beneficios que traen para las localidades impactadas.

    “De los 125 municipios de Antioquia, 100 son de sexta categoría; es decir, no tienen capacidad financiera para costear un proyecto de esta naturaleza. Por eso creo que con el esfuerzo del Idea, la institucionalidad y hasta los privados, las PCH pueden tener cabida y beneficiar a los municipios”, añadió el directivo.

    Aclaró que es un “deber de responsabilidad social” que las alcaldías o sus empresas de servicios públicos sean parte de los proyectos, lo que les genera ingresos una vez la energía sea vendida al Sistema Interconectado Nacional.

    La última palabra sobre el futuro de estos proyectos la tendrá el gobernador Gaviria que deberá definir, en su plan de desarrollo 2020-2023, si Antioquia busca recursos propios para construir nuevas PCH o si espera hasta que el futuro de Hidroituango se despeje con el encendido de equipos desde 2021 .

    PARA SABER MÁS

    PROYECTOS LICENCIADOS Y EN CONSTRUCCIÓN

    Corantioquia informó que desde 2018 atendió el proceso de licenciamiento ambiental de 24 PCH. Siete fueron otorgadas, dos de ellas en 2018 y cinco más en 2019. Se ubican en el Nordeste (3), Norte (3) y Occidente del Departamento (1), con incidencia en los municipios de Yalí – Vegachí, Puerto Berrío - Caracolí, Amalfi, Donmatías - Santa Rosa, Ituango - San Andrés de Cuerquia, y San Pedro de los Milagros - San Jerónimo.

    “Entre 2018 y 2019 no se licenció ningún proyecto relacionado con el Instituto de Desarrollo de Antioquia, Idea. Sin embargo, se encuentran en proceso de evaluación técnica 6 solicitudes (de las 24 en total) presentadas por la Empresa Genmás S.A, localizadas en municipios del Norte de Antioquia”, reportó la autoridad.

    Entre tanto, el capítulo Antioquia de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) confirmó que para 2020 tiene reportes de cinco PCH en construcción (todas de empresas privadas) y dos más que empezarían a generar.

    FUENTE: EL COLOMBIANO

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