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    Gas Natural Licuado en la transición energética

    El Ministerio de Minas y Energía ha avanzado, enhorabuena, en propuestas asociadas a la transformación energética, cuyas recomendaciones se incluirán en una hoja de ruta que se construirá durante los próximos meses con la participación de los actores del sector energético del país.

    Es positivo que el Gobierno haya dedicado un lineamiento al gas natural en el contexto del abastecimiento y suministro del energético en el denominado Foco 2 de la Misión de la Transformación Energética.

    En este sentido, los documentos de la Mipapel de la infraestructura de importación de gas natural a través de la planta de regasificación de la Sociedad Portuaria El Cayao (SPEC) para abastecimiento de la demanda termoeléctrica, señalan que, incluso “en la situación actual y dadas las perspectivas sectoriales, se requiere la ejecución de proyectos estratégicos de regasificación que, aunados a la producción doméstica, permitan la atención plena de la demanda actual y potencial”.

    Esta visión acertada de la Misión corresponde con la realidad del balance de gas natural que la Upme ha presentado en meses recientes, en donde se vislumbran escenarios de déficit energético a partir del año 2024.

    Y el gas natural será un combustible que contribuya a asegurar la flexibilidad en la operación del sistema eléctrico. De allí, la importancia del Gas Natural Licuado (GNL) para el abastecimiento de la demanda.

    El principal argumento que soporta la necesidad del GNL en este contexto es la exitosa experiencia de la planta de regasificación de SPEC ubicada en Cartagena, que complementa la oferta de gas natural nacional a través de un esquema regulado definido por la Creg, basado en los ahorros que el país obtiene al generar energía con este y no con combustibles líquidos, lo que ha permitido que los colombianos hayamos ahorrado más de 1.000 millones de dólares (3,8 billones de pesos) en los costos de la electricidad en los últimos 4 años.

    El GNL ha permitido mantener una operación confiable y segura para el parque térmico y particularmente el de la costa Caribe, la zona de mayor complejidad operativa del sistema eléctrico dadas las precarias conocidas condiciones en la prestación del servicio para más de 2,7 millones de usuarios.

    De hecho, desde su inicio de operación en 2016, SPEC ha brindado confiabilidad para la generación de energía, respaldando los 2,000 MW que representan el 60% de la capacidad de generación térmica a gas, manteniendo así una matriz de generación competitiva.

    A julio de 2020, SPEC ha contribuido como respaldo para que la generación térmica a gas natural aporte el 16,18% de la total nacional, lo que contribuyó a mitigar la preocupante disminución del nivel de nuestros embalses durante el semestre anterior.

    Se entregaron más de 450.000 metros cúbicos de GNL a las principales plantas térmicas en la costa Caribe, y el recibo de más de 547.000 metros cúbicos de GNL a través de 12 buques metaneros en Cartagena.

    Desde Andeg, recibimos con beneplácito el anuncio del Gobierno sobre los avances del proceso de convocatoria para construcción de la infraestructura de Regasificación del Pacífico, lo que tendrá beneficios en términos no solo de reducción de emisiones y eficiencia por el cambio en la operación de combustibles líquidos a gas natural de plantas térmicas en el centro y suroccidente del país, sino que también traerá efectos en las señales para la formación de precio de electricidad, así como garantizar el abastecimiento hacia el mercado de gas natural.

    Andeg reitera la importancia de asegurar el abastecimiento de gas natural, incluyendo al GNL en el contexto de la eficiencia, la diversificación y la sostenibilidad de la matriz de generación eléctrica y, en especial, como combustible fósil para plantas térmicas, en el marco del esquema del Cargo por Confiabilidad.

    Ello contribuirá a: 1) complementar las fuentes locales de suministro de gas natural a través de infraestructura de GNL, 2) mitigar los riesgos de desabastecimiento eléctrico y 3) asegurar la disponibilidad y la firmeza que el sistema necesitará para mitigar la intermitencia de las fuentes renovables no convencionales.

    En el contexto anterior, es fundamental que la construcción de la hoja de ruta para la implementación de las recomendaciones de la Misión de Transformación Energética incluya, entre otros, las señales de largo plazo que aseguren la remuneración de los costos de la infraestructura e importación de gas natural.

    FUENTE: PORTAFOLIO

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