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    “Nuestro plan es desarrollar hasta 100 megavatios de energías renovables”

    La transportadora y distribuidora de gas natural Promigas tiene un plan ambicioso de expansión e inversión para los próximos 10 años, enfocado en las energías renovables y una posible ampliación de la regasificadora de Cartagena.

    Eric Flesch, presidente de Promigas, habló sobre la importancia de hacer los pilotos de fracking y las intenciones de llegar a otros países en Centroamérica y ven a Brasil como un mercado clave.

    ¿De qué manera se vieron impactados en el segundo trimestre por el covid y cuáles son las expectativas para el resto de 2020?

    Nadie pensó que esto podía pasar. Nos tocó cambiar la modalidad de vida y trabajo. El 12 de marzo convocamos un comité de crisis y decidimos varios objetivos. El primero fue preservar la salud de los 3.300 colaboradores. El segundo fue asegurar la prestación del servicio público de manera excelente. El tercero fue la flexibilización de contratos con productores de gas y usuarios. El cuarto fue donaciones de ventiladores y equipos de protección para los médicos. El quinto fue garantizar la seguridad energética del país, especialmente en la Costa Caribe, pues los embalses llegaron a niveles muy bajos.Las térmicas tuvieron que trabajar a toda capacidad y nuestro gas respaldó que no hubiera interrupción del servicio.

    ¿Financieramente cómo estuvieron impactados?

    Si vemos a junio, tuvimos un crecimiento de las utilidades de 6%. Sin embargo, en el segundo trimestre tuvimos una caída de utilidades de 31%. Sentimos la bajada, producto de la disminución de consumo de gas tanto en el sector industrial como el comercial, aunque aumentó un poco en el sector residencial.Esperamos en el segundo semestre ir recuperándonos de la fuerte caída. Al cierre de agosto estamos cumpliendo 98% del presupuesto.

    ¿Cómo estuvo operando la regasificadora con la demanda de las térmicas?

    La planta de regasificación está en Cartagena y recibe gas natural líquido en barco y lo convierte en gas normal. Es una planta dedicada únicamente para suministrar gas a las térmicas en la Costa. Es una planta de respaldo porque normalmente la energía es generada en las hidroeléctricas.

    Ante la caída de embalses, el mismo Gobierno solicitó a las hidroeléctricas racionalizar y pidió a las térmicas trabajar a todo. Aseguramos la energía sin ninguna interrupción.

    ¿Cómo avanzan las obras de construcción que se habían suspendido a causa de la pandemia?

    En marzo estábamos terminando un gran proyecto que es el gasoducto de los 100 millones de pies cúbicos al día que viene desde el sur de Córdoba y van 50 millones para Cartagena y 50 millones para Barranquilla. Ya está listo, lo que faltaban eran las obras civiles. También estamos haciendo una variante en Riohacha de nueve kilómetros. En general, no hemos parado ninguna obra.

    Recientemente terminaron un estudio sobre nuevas posibilidades para la empresa ¿cómo ha cambiado el plan de inversión?

    Una prioridad para esta administración era establecer el plan para los próximos 10 años. Promigas es un conglomerado de 20 empresas. Tenemos transporte, distribución de gas y energía eléctrica, financiación no bancaria, call centers, etc.

    Hemos venido incursionando mucho en el área de energías renovables. De hecho, tenemos 11 megavatios de energía renovable. Tenemos un plan que de aquí a 2026 podamos generar 100 megavatios. Unas de las conclusiones es ampliar nuestro negocio en energías renovables, tanto en Colombia como en otros países.

    Otra decisión es revisar la posible ampliación de la regasificadora en Cartagena, instalar gasoductos adicionales. La regasificadora la vemos clave para el país, porque las reservas, según la Upme, son para ocho años y medio. También queremos entrar en otros países en la región. Estamos revisando algo en Centroamérica y Brasil es un mercado atractivo.

    En conclusión, queremos hacer énfasis en energías renovables, regasificación, distribución de energía eléctrica y estar en otros países, además de Colombia y Perú.

    ¿Cuánto sería la inversión en energías renovables?

    Todavía está en planes. No existe un presupuesto. Pero la inversión puede estar por el orden de US$1.500 millones o US$2.000 millones para todo el plan a 2030. Son cifras a mano alzada y toca ver proyecto por proyecto.

    El fracking sigue generando polémica en el país ¿cuáles es la posición de Promigas y cómo puede beneficiar la industria y reservas de gas?

    Promigas es una empresa con un compromiso absoluto con el medio ambiente y la sostenibilidad y el fracking tiene ciertas inquietudes en este sentido. Hay países donde el fracking ha sido exitoso como Estados Unidos, pero cada geología es distinta. Lo importante y lo que siempre digo es que Colombia tiene que darse la oportunidad de hacer las pruebas piloto. Sería una tristeza que se decidiera que no haya fracking sin siquiera hacer ensayos. Hay que mirar los resultados y ver si hay riesgos o no.

    Si las pruebas indican que para nuestro subsuelo no es viable, quedamos con la tranquilidad de que hicimos la tarea y habrá otras opciones como importación de gas. Pero si las pruebas son exitosas y es viable hacer fracking, preservando el medio ambiente, las reservas subirían de tres teras a 25. Eso sería una noticia fantástica, por eso hay que hacer las pruebas piloto.

    El día que Colombia no exporte petróleo, no tenga gas y toque importar, el precio del dólar puede superar los $5.000, eso lo van a sufrir todos los colombianos. Eso implica que el modelo económico del país va a cambiar.

    ¿Han pensado importar gas desde Venezuela con el gasoducto que tienen?

    En Colombia las reservas son de tres teras, en Venezuela superan las 250 teras. El gasoducto entre Colombia y Venezuela está construido. Todo está hecho. El día que hubiera la posibilidad de traer gas, es cuestión de abrir la válvula. Colombia envío gas a Venezuela durante siete años con el compromiso de devolverlo, pero no cumplió. Si con un futuro gobierno el país vecino entrega ese gas, sería una solución ideal, pero no soy optimista, por lo menos no con el gobierno actual de Venezuela.

    Por eso, hay que mirar otras opciones. Están los proyectos costa afuera en el Caribe, está el potencial de fracking; eso transformaría el futuro del país. El gas importado siempre es importante para el país, y gracias a nuestra regasificadora de Cartagena pudimos asegurar, en la mayor sequía de los últimos años, la seguridad energética. La Costa se pudo haber apagado si no existiera. El gas importado como respaldo es fundamental.

    ¿Hace sentido la regasificadora del Pacífico?

    Más que la regasificadora, la pregunta es si el país necesita tener la opción de importar gas líquido. La respuesta es sí. Para la seguridad energéticas, para el sector industrial. Las regasificadoras son un buen respaldo.

    EL PERFIL

    Flesch es ingeniero civil de la Universidad del Norte, con MBA en Finanzas y Mercadeo del West Coast University y con educación ejecutiva y de liderazgo de importantes instituciones internacionales como Stanford, Harvard, Berkeley, Northwestern; entre otros. Se desempeñó como presidente para la Corporación Argos en Estados Unidos, compañía a la que estuvo vinculado por 39 años ocupando diferentes posiciones y en donde desde 2005 jugó un papel estratégico en la expansión y crecimiento de la organización en el país norteamericano. En 2018 llegó a la presidencia de Promigas a liderar su expansión.

    FUENTE: LA REPÚBLICA

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