El gobierno colombiano ha adoptado tres medidas cruciales en respuesta a la sequía provocada por El Niño, que está afectando significativamente la matriz eléctrica del país. Actualmente, el 66,3% de los casi 20 GW de la matriz eléctrica nacional provienen de fuentes hidroeléctricas.
En septiembre del año pasado, el precio de la bolsa de energía superó los 1,000 pesos por kWh, lo que el gobierno busca evitar nuevamente.
El ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, anunció en una sesión de la CREG que se permitirá la contratación directa de energía por un período de hasta dos años como primera medida. En segundo lugar, se habilitará la autorización de Entrega de Excedentes para plantas de menor capacidad.
Camacho subrayó la importancia de la segunda medida al explicar que permitirá que las plantas que no son despachadas centralmente entreguen excedentes de energía durante la sequía con un permiso de conexión temporal de la UPME.
La tercera disposición consiste en impulsar medidas junto a las empresas comercializadoras de energía asociadas en CODISGEN, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad financiera durante el fenómeno de El Niño.
En comparación diaria, los aportes hídricos (GWh/día) han experimentado una disminución del 60,34% el 29 de enero en comparación con el 30 de enero del 2023. A pesar de esto, según XM, los aportes hídricos en enero se encontraron en el 56,69% de la media histórica, reflejando déficits coherentes con la presencia de un fenómeno de El Niño fuerte en el país.
El principal motivo de preocupación del gobierno radica en evitar un nuevo aumento en el precio de la bolsa de energía que supere los 1,000 pesos por kWh, como sucedió durante la primera semana de septiembre pasado. Actualmente, el precio en ese mercado es de 453,75 pesos.
La matriz eléctrica colombiana, que consta de 19,919 MW, se compone en un 66,3% de centrales hidroeléctricas (13,206 MW). Las térmicas representan el 31,2% (6,208 MW), y la energía solar fotovoltaica constituye el 2,4% (486 MW). La escasez hídrica podría llevar al encendido de centrales termoeléctricas más costosas, lo que impulsaría al alza los precios de la bolsa de energía.
Fuente: Energía Estratégica