Una comisión integrada por 20 expertos tiene el principal objetivo de generar una hoja de ruta para la energía en Colombia. El plazo es de seis meses y el presidente Iván Duque espera que en este camino se planteen soluciones de fácil y rápida implementación que permitan avanzar en una matriz confiable y diversificada, ojalá a través de decretos.
De hecho, el mismo mandatario recalcó que está cerca de cumplir con los 1.500 megavatios de generación de energía renovable, lo que supone un avance relevante en la transición para generación y uso de energías alternativas en el país y frente a la región.
Y es que el principal reto es la seguridad energética, que se ha puesto en entredicho por coyunturas como Hidroituango y Electricaribe, “al tiempo que debe dar los pasos para la transición energética, migrando de las fuentes de energía de origen fósil hacia las no convencionales”, dijo Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía.
En la mirada internacional del Foro Económico Mundial, Colombia está en el puesto 34 en transición energética, entre 115 territorios. Entre las economías de América Latina y el Caribe es cuarto después de Uruguay, Costa Rica y Chile.
Ante este panorama la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, señaló que este camino es relevante, si se tiene en cuenta que “la incorporación de nuevas tecnologías, nuevos agentes y esquemas de mercado en el sector eléctrico es fundamental para ofrecer energía segura, sostenible y a precios competitivos para los usuarios”.
Sobre el comité Acosta reseñó que esta puede ser una excelente iniciativa “en la medida que él mismo puede aconsejar y recomendar al Gobierno una política de largo aliento, que responda más a una política de Estado que de mandato de turno”.
Tareas de la comisión
Dentro del grupo hay cinco equipos de trabajo que buscan abordar las siguientes temáticas: competitividad, participación y estructura de mercado; el rol del gas natural en la transformación energética; la descentralización, digitalización de la industria, y gestión eficiente de la demanda; cierre de brecha, mejora de calidad, y diseño y formulación eficiente de subsidios, y la revisión del marco institucional y regulatorio del sector (ver ¿Qué sigue?).
Lo anterior, viene de la mano con lo que siente la industria que demanda la energía si se tiene en cuenta que “el sistema ha asegurado la confiabilidad del suministro, pero es costoso, con plantas térmicas a gas , que son necesarias (...) pero que no tienen vocación de generación, sino de respaldo (de seguridad)”, según Daniel Vicente Romero, director de la Cámara de Grandes Consumidores de Energía y Gas, de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi).
De acuerdo con Duque, esta Comisión debe “hacer un análisis de cómo seguir asegurando la disponibilidad de energía a la demanda creciente (...) y mirar las reglas de juego regulatorias sobre la transparencia en el esquema de formación de precios”.
En este punto, Romero aseguró que, además, hay que “blindar a la energía de ser fuente de recurso fiscal. En este momento hay una gran cantidad de fondos y se están pensando ampliar”.
Finalmente, dijo Duque, la misión, ayudará a poner sobre la mesa esquemas de generación, distribución y comercialización y “cómo podemos armonizar las energías renovables no convencionales con consultas previas, o la conexión a la red principal del sistema”.
Todo lo anterior, redundará en acelerar la llegada de energía a las zonas no interconectadas del país y a los 500.000 colombianos que no tienen energía eléctrica.