En la medición del consumo de energía eléctrica residencial, se utilizan medidores inteligentes fabricados por diversas compañías.
Cada compañía emplea diferentes tecnologías de comunicación, lo que significa que cada fabricante controla y determina el protocolo de comunicación óptimo para facilitar la obtención y el envío de información a través de estos dispositivos. Esta diversidad plantea un desafío cuando se trata de intercambiar información entre medidores de diferentes marcas, ya que la comunicación se limita entre ellos.
Sin embargo, gracias a los estándares y protocolos de comunicación, se puede lograr la interoperabilidad entre medidores de diferentes marcas, es decir, se permite que los medidores inteligentes "hablen" el mismo idioma, afirmó Jair Vargas en el curso de AMI 2023. Esto implica una estandarización entre todas las marcas de medidores y, como resultado se genera una mayor demanda en el mercado. De esta manera, se promueve la eficiencia y la compatibilidad entre los medidores inteligentes de distintos fabricantes, lo cual es beneficioso tanto para los usuarios como para la industria en general.