Uno de los complejos térmicos para la generación de energía que roba la atención del sector eléctrico del país, por la misma magnitud del proyecto, ya cuenta con luz verde para el inicio de su montaje.
Se trata de la Central Termoeléctrica La Luna, planta que en días pasados recibió el último de los permisos ambientales, que le hacía falta y con el que terminó de despejar el camino, para programar el comienzo de su montaje en la primera semana de abril del 2020.
Con los documentos en regla, entre los que están las dos licencias ambientales, una para la planta y la otra para las líneas de transmisión, así como el aval para el desarrollo de la actividad en los predios de influencia por parte de las autoridades y la comunidad, prácticamente todo está para el inicio de la obra civil. Incluso, el cierre financiero está listo y se comenzaría a despachar energía a partir de junio del 2023.
Este complejo termoeléctrico, considerado por el Gobierno Nacional como un Proyecto de Interés Nacional y Estratégico (Pine), es la primera planta de su clase con tecnología Ultra Súper Crítica (USC) de Latinoamérica y la más grande de Colombia.
ENERGÍA EN FIRME
Cabe recordar que el proyecto como tal comenzó su desarrollo en el 2013. Pero el Grupo Talis Capitol compró todos los activos, incluido el mismo complejo en el 2015, y puso en manos de su patrocinada Sloane la ejecución, cuyo capital es británico.
Al consultar sobre el inicio del proyecto con voceros de Sloane en Colombia, estos subrayaron que la Central Termoeléctrica La Luna, una vez entre en operación, brindará confiabilidad al sistema con energía contratable en la base del mismo.
Además, recalcaron que el complejo respaldará el ingreso de energías renovables no convencionales mediante el incremento de la capacidad a través del ‘Control Automático de Generación’, y que regula el manejo de frecuencia del sistema integrado de transmisión.
Así mismo, aseveraron que mejorará los precios de la energía de largo plazo en Colombia. “Este complejo termoeléctrico no solo es estratégico para Sloane, sino también para Colombia. Y se está desarrollando en un momento en que el país está buscando nuevas fuentes de generación que garanticen la confiabilidad en la matriz de energía”, reiteró una de las fuentes consultadas.
CARACTERIZACIÓN DEL PROYECTO
Este se encuentra ubicado entre las cabeceras municipales de El Paso y Becerril (Cesar), y la planta de generación se localiza a dos kilómetros de la mina, la cual es subterránea. El 100% es mecanizado, y para abastecerla de carbón, el mineral se transportará desde la bocamina por bandas encapsuladas al patio de almacenamiento de la planta.
Fueron tres las razones que llevaron a los técnicos de Sloane a confirmar la viabilidad del proyecto.
Primero, la materia prima estará ubicada al lado de la central térmica, es decir, concebir un proyecto que no tuviera costos adicionales en el transporte del energético; segundo, construir un complejo confiable frente a cualquier evento climático adverso para el país, que funcione bien en épocas del fenómeno de El Niño, así como en el de La Niña; y tercero, que tuviera los máximos niveles de eficiencia con los altos estándares de sostenibilidad.
“Con el proyecto buscamos abastecer al país, en la primera fase, con una capacidad instalada de hasta 750 megavatios (Mw), y en una segunda, de 375 Mw. Así mismo, tendrá una capacidad de generación de 680 Mw”, señaló a manera de complemento, uno de los voceros.
Además, la planta debe recibir en promedio 60.000 toneladas mensuales de carbón para cada una de las tres unidades de generación (375 Mw), y se calcula que en conjunto consuman 1'800.000 toneladas al año.
Así mismo, la central ya tiene autorizado con el Grupo Energía Bogotá (GEB) la conexión con una línea de transmisión de 500 kilovoltios (Kw) desde el corazón de la central hasta la subestación La Loma, que son a 11,5 kilómetros.
UN PROCESO SOSTENIBLE
El complejo operará bajo lineamientos que exigen la Ocde, la COP21 y el Banco Mundial. Se concibió como un proyecto ambientalmente responsable desde su visión de sostenibilidad, entendiendo la coyuntura de los municipios donde estará localizado.
Comenzó a ir de lo local a lo internacional. Es decir, desde establecer lo importante para las comunidades, autoridades y funcionarios ambientales regionales y nacionales, y qué es lo imprescindible y vital para el país. Se han tomado todas las precauciones en cuanto a emisiones en los alrededores, no solo en lo relacionado con partículas, sino con los niveles de ruido. En el uso del agua, no se utilizan torres de enfriamiento y en su lugar se ponen en funcionamiento sistemas aerocondensadores con lo que se consume un 75% menos del líquido. Además, su particularidad es que tiene un proceso donde no hay revertimiento del líquido a fuentes hídrica como ríos. La poca agua que se usa en el proceso se cristaliza y mezcla con las cenizas.
FUENTE: PORTAFOLIO