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    Línea eléctrica de Colombia y Panamá: discutida pero lejana

    La interconexión eléctrica entre Colombia y Panamá es un proyecto fundamental para la consolidación del mercado eléctrico regional, pues su objetivo es integrar la Comunidad Andina con Centroamérica, que ya cuenta con un mercado organizado a través del Sistema de Interconexión Eléctrica para América Central (Siepac).

    En el Plan de Expansión del Sistema Interconectado Nacional 2011-2025 de Panamá se describe el proyecto como una línea de transmisión en corriente directa de aproximadamente 600 kilómetros de longitud, entre las subestaciones Cerromatoso en el departamento de Córdoba en Colombia y Panamá II en la provincia de Panamá, a un voltaje de 450 kilovoltios y con una capacidad de transporte de hasta 600 megavatios.

    Pero, ¿en qué etapa está el proyecto? La ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, responde que “la interconexión con Panamá ha avanzado. En mayo se firmó un memorando de entendimiento entre los presidentes de Colombia y Panamá, así que es un tema que estamos trabajando en la agenda binacional. También tuve una reunión con el secretario de Energía de ese país hace dos semanas, en Medellín, y trazamos un plan de trabajo con las agencias regulatorias para impulsar la iniciativa”.

    Adicionalmente, menciona que una de las oportunidades que tiene Colombia de aumentar la generación eléctrica es por la vía de la mayor demanda, así que “esta se puede dar por movilidad eléctrica o por el crecimiento de las interconexiones que tenemos, así como por el crecimiento natural de la economía”.

    La apuesta binacional

    El acuerdo presidencial al que hace referencia la Ministra tiene como su principal objetivo, facilitar el intercambio eficiente y asequible de electricidad entre ambos países y fijar acuerdos equitativos en materia regulatoria.

    En el documento final, ambos países se comprometen a avanzar en la construcción de una visión a futuro que priorice la integración eléctrica entre México, América Central y Colombia, reforzar las gestiones para su viabilidad y financiamiento, y lograr acuerdos que permitan la integración eléctrica con otros países de la región.

    Desde el lado colombiano se insiste en que el intercambio de líneas y la integración regional permite aumentar la confiabilidad del sistema y el uso eficiente de los recursos energéticos. Además, el potencial de generación de Colombia, con sus diversas tecnologías, se puede maximizar en la medida en que crezcan las as capacidades de interconexión.

    Para las autoridades panameñas existen objetivos comunes en torno al potencial y beneficio mutuo para el desarrollo eléctrico, e insisten en que se deberá continuar los estudios técnicos y ambientales actualmente en desarrollo, incluyendo las consultas ciudadanas para confirmar los beneficios sociales y económicos de la obra.

    En ese contexto, la prioridad del proyecto en los últimos años ha sido definir el esquema adecuado de desarrollo (en el marco de la regulación establecido) que permita asegurar su viabilidad económica y financiera bajo las condiciones propuestas y obtener las autorizaciones requeridas para ejecutar los estudios técnicos y ambientales que minimicen riesgos e incertidumbres sobre su desarrollo.

    En el retrovisor

    El ingeniero Luis Fernando Múnera, recuerda que desde finales de los años 90 se empezaron a mencionar los primeros proyectos serios para una interconexión.

    Pero, la iniciativa no ha estado exenta de tropiezos pasando por los financieros, sociales, medioambientales, de mercado e incluso políticos, y aun hoy su ejecución sería esencial para el desarrollo energético de Centroamérica.

    El documento “Integración eléctrica centroamericana: Génesis, beneficios y prospectiva del proyecto Siepac”, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), enumera los ahorros en costos de inversión y operación que se lograrían con una mayor integración eléctrica regional, en el escenario de la interconexión Colombia-Panamá y su posterior ampliación. El texto asegura que el beneficio neto aumenta a medida que el grado de integración regional también crece.

    Desde 2009, por ejemplo, se constituyó la sociedad Interconexión Eléctrica Colombia Panamá (ICP) pensando que ese sería el año para darle el banderazo, pero las dificultades de índole financiera para garantizar los futuros compromisos y aportes por parte de la panameña Empresa de Transmisión Eléctrica (Etesa) frenaron ese impulso.

    La empresa ICP es la responsable de viabilizar, construir y operar la línea de transmisión de energía entre ambos países. La compañía tiene su sede en la ciudad de Panamá y tiene como accionistas principales a la Etesa e ISA.

    Para 2012 el entonces gerente de Interconexión Eléctrica (ISA), Luis Fernando Alarcón, señalaba que este es un proyecto visionario que busca alcanzar la integración física del continente, el cual se ha estudiado y contado con apoyos múltiples por ser una gran contribución a la integración de las Américas.

    Las autorizaciones

    Si bien el Congreso General Kuna Wargandí de Panamá ya había emitido su autorización para la ejecución de los estudios básicos en su territorio (noviembre de 2015 y marzo de 2016), el proceso liderado por el Ministerio de Gobierno de Panamá para lograr la misma aprobación por parte de la Comarca Guna Yala se interrumpió en 2016 debido a dificultades originadas en temas ajenos a la interconexión.

    Sin embargo, producto de una gestión coordinada, fue posible generar las condiciones requeridas para alcanzar las autorizaciones necesarias en octubre de 2018, en esa fecha, el pleno del Congreso Guna Yala aprobó la ejecución de los estudios técnicos y ambientales en su territorio e informó la creación de una comisión para acompañar su ejecución.

    La propuesta fue presentada bajo la visión de un corredor ambiental sostenible, a ser desarrollado de manera integral, incluyendo la carretera Panamericana–Mortí–Mulatupu, la línea de interconexión eléctrica y un proyecto de electrificación de las comunidades en el área de influencia del proyecto (como parte de una iniciativa de acceso universal a la energía liderada por el BID - Energía para Todos en Panamá: 2019-2023).

    A partir de las autorizaciones obtenidas de parte de las comunidades indígenas, bajo la visión del corredor ambiental sostenible, se encuentran actualmente en ejecución el Estudio de Impacto Ambiental y Social (Eias) y el estudio de diseño de campo del proyecto, los cuales se desarrollan por etapas, de manera coordinada.

    Las actividades se vienen ejecutando según el plan de trabajo previsto, y se espera finalizar los estudios en el Sector 2 (territorio de comarcas indígenas) en el próximo mes de octubre, para presentar sus resultados en los congresos de Guna Yala y Kuna Wargandi (ver Paréntesis).

    Los apoyos

    El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) ha confirmado su interés de apoyar las actividades de ICP, con cargo a los recursos del Programa de Preinversión de la Infraestructura Regional (CAF-PPI).

    Para ese fin, recomendó gestionar la solicitud a través de las entidades correspondientes en cada país (Ministerio de Economía y Finanzas de Panamá y la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia).

    Por su parte, el BID mantiene su apoyo al proyecto mediante recursos de Cooperación Técnica, dando continuidad al respaldo ofrecido desde 2006. Su objetivo principal es apoyar la ejecución de la interconexión eléctrica mediante la revisión y ajuste del esquema de desarrollo del proyecto, con el fin de materializar los acuerdos vinculantes que permitan asegurar su viabilidad, de manera articulada y coordinada, los estudios detallados de diseño para la construcción del proyecto.

    FUENTE: EL COLOMBIANO

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